Justo en las antípodas de la Comunitat Valenciana, literalmente al otro lado del mundo, Aitana Forcén dirige a bordo del buque «Tangaroa», del Instituto Nacional de Investigación de Agua y Atmósfera (NIWA) un ambicioso programa científico dirigido a desentrañar los mecanismos de la «Salida del mar de Ross» y su interrelación con el cambio climático.

Su vinculación con el continente helado se parece mucho a un flechazo. «Hola: me llamo Aitana. Empecé este blog cuando vine a vivir a Nueva Zelanda persiguiendo el sueño de ir a la Antártida», explica en su página personal. Toda una declaración de intenciones y el anuncio de un sueño que la valenciana comenzó a cumplir en 2013, en su primer viaje al continente helado, y que repite este año sobrecogida de nuevo por «la llamada» de la Antártida, que antes sedujo a exploradores como Shackelton, Cook, y a Scott, y a Ekman, y a Amundsen y «a tantos y tantos otros, que también la oyeron», escribe.

Licenciada en Ciencias de Mar, Aitana participó en las ediciones de 2007 y 2010 de la America´s Cup con el «Luna Rosa» y el BMW Oracle recopilando datos meteorológicos. Actualmente trabaja para la empresa MetOcean Solutions, dedicada al pronóstico marino para el sector privado que hace también ciencia aplicada. Muchos días, Aitana contesta al teléfono atendiendo a los clientes de su empresa y ayudándoles a entender y sacar partido a sus pronósticos.

Investigación

Desde el 9 de febrero, Aitana Forcén, oceanógrafa física, dirige y supervisa a bordo del «Tangaroa», con el patrocinio, entre otros, de la Universidad de Auckland, el despliegue de boyas de investigación que dentro de unas semanas, con la llegada del invierno austral, quedarán bajo el hielo recopilando datos en aguas profundas del mar de Ross durante 11 meses.

«El Agua Atlántica Profunda AABW es la masa de agua más fría y densa del planeta. Con temperaturas por debajo de cero, esta masa de agua se forma en lugares específicos de la plataforma continental antártica durante los meses de invierno para extenderse por las profundidades del océano global enfriando el océano profundo hasta llegar a temperaturas cercanas a 0 grados», explica la científica a Levante-EMV.

El AABW no es un fenómeno oceánico que ataña únicamente a Nueva Zelanda. Forma parte de la circulación global, aportando aguas ricas en oxígeno y nutrientes al resto de los océanos. En este escenario se forma el «kril», que está en la dieta de decenas de especies marinas.

Los cambios en esta masa de agua podrían traer implicaciones a escala global, afectando a la circulación de las corrientes y al nivel del mar. «Los estudios en esta región son bastante escasos pero observaciones recientes muestran una disminución de la de la salinidad y un aumento en la temperatura del Agua Antártica Profunda», explica la investigadora.

«Todo cambio en los procesos actuales en el océano puede provocar modificaciones en el clima», advierte.

Mujeres en la Antártida

Aitana Forcén dedica también parte de su tiempo a reivindicar el papel de la mujer en la ciencia y a combatir la desigualdad de género. Fue una de las científicas invitada a participar en el Wikibomb, una iniciativa que dio visibilidad a más de un centenar de mujeres que en Australia y Nueva Zelanda lideraban la investigación sobre la Antártida. «La ciencia es hermosa, tiene infinitos caminos y seguramente hay uno para cada joven que quiera seguirla», asegura.