El Centro de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado ya el visto bueno para comercializar el fertilizante con isótopos radiactivos de origen natural retenido en el Puerto de Valéncia tras la alerta radiológica del pasado día 1, que adelantó en exclusiva Levante-EMV.

Fuentes de la Agencia Tributaria, de la que depende la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), responsable del control del aparataje de detección de emisiones radiactivas en el puerto valenciano, explicaron que el CSN ha permitido despachar con normalidad la mercancía, abono de origen natural procedente de una planta de fertilizantes de Marruecos, después de constatar que el nivel de irradiación era aceptable y no comporta ningún riesgo ni para los seres vivos ni para el medioambiente.

Sin embargo, al continuar arrojando una emisión superior a la permitida para esa mercancía -1 becquerel en lugar de 0,4-, el responsable de la carga será sancionado por una infracción administrativa.

El CSN no solo ha liberado los tres semirremolques retenidos en el área de seguridad radiológica que controla Aduanas dentro del puerto, cuya imagen publicó en exclusiva este diario el pasado domingo, sino que además ha autorizado que el resto del abono, que había llegado a granel en el buque Stapelmoor y permanecía apartado en un muelle a la espera de la decisión del CSN, sea cargado en camiones y llevado a su destino, una empresa de Silla especializada en el tratamiento y distribución de fertilizantes.

Tal como adelantó este diario, la alerta saltó el pasado día 1 por la tarde, después de que los arcos detectores de radiactividad detectaran una radiación irregularmente elevada con los tres primeros camiones con semirremolque que se se disponían a salir del recinto portuario de manera escalonada. Tras el tercer positivo, Aduanas ordenó paralizar la carga de fertilizante que se estaba llevando a cabo en el muelle Sur, hasta averiguar qué estaba sucediendo.

Contradicciones

El espectrómetro fijo determinó la existencia de cinco isótopos radiactivos en las tres bañeras cargadas de fertilizante: los aparentemente inofensivos uranio 238, galio 266 y radio 66, tres elementos que se encuentran en la naturaleza. Pero también detectó la presencia de plutonio 286 y uranio 235, esto es, enriquecido.

Ambos son producto del hombre y sólo tienen dos usos: la fabricación de armas atómicas o como alimento de un reactor nuclear en una central, lo que hizo saltar todas las alarmas.

Una segunda medición manual del personal de Aduanas volvió a confirmar los cinco elementos, pero la tercera, realizada por una empresa homologada por el CSN, determinó que no había ni uranio 235, ni plutonio. Cuatro días después, la carga ha sido liberada y ha seguido su curso.