Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Elena Cebrián: "El ecologismo es esencial para este Consell aunque la mayor presión llega de Podemos"

«No se ha recibido ninguna presión de nadie, el Consell atiende a todos con la obligación de cumplir la ley, los empresarios son interlocutores fundamentales de este gobierno», expresa Cebrián

Elena Cebrián: "El ecologismo es esencial para este Consell aunque la mayor presión llega de Podemos"

¿El Consell del Botànic es incapaz de enfrentarse a los poderes económicos?

No hay que hablar de enfrentamientos. El empresariado es muy diverso en el País Valenciano. Sus representantes son interlocutores fundamentales de este Consell y el diálogo siempre refuerza a un gobierno. Hemos trabajado mucho el consenso en materia de residuos, que parece que es la cuestión más polémica y lo hemos hecho escuchando todas las opiniones. El Consell tiene que atender todos los intereses que están presentes en esta sociedad.

¿Las políticas medioambientales más atrevidas han quedado en un segundo plano?

Son políticas muy importantes. La transición ecológica, el Medio Ambiente, la sostenibilidad son fundamentales para este Consell e impregnan a todos los departamentos de la conselleria que dirijo y también llegan a Economía, Vivienda, Territorio y a toda la acción política del Consell. Está en primera línea en los objetivos del Botànic. Y me emociona incluso que en la propuesta que el Consell ha realizado para la reforma de la Constitución se incluya al cambio climático. Hasta se me pone la carne de gallina. Estamos hablando de la organización política y territorial del Estado y uno de los retos del futuro debe ser el del cambio climático.

¿Se ha materializado ya el nuevo impulso que la vicepresidenta Oltra anunció tras la destitución del anterior secretario de Medio Ambiente?

Sí. De hecho había varias líneas de trabajo que acelerar para tener resultados y uno era el Plan Integral de Residuos (PIR). Uno de los primeros encargos al nuevo secretario autonómico [Fran Quesada] ha sido el de cerrar ya la cuestión técnica e iniciar la autorización administrativa. Debería haber estado el año pasado y era una de las líneas que necesitaba un impulso.

Con ocho cambios en menos de tres años ¿Es su conselleria la más convulsa del gobierno?

En las últimas semanas ha sido más visible, pero no es una conselleria convulsa. Los cambios son habituales. Yo tengo una experiencia de muchos años en el Ministerio de Agricultura y he visto muchos cambios. Lo que es importante destacar es la estabilidad del Consell del Botànic. Es un equipo muy sólido, transparente, honesto y con buena gestión. Y que haya ajustes en los equipos entra dentro de la normalidad.

¿Afianzar el mestizaje Compromís-Verds en esta conselleria ha sido lo más complicado?

No creo. La virtud del Botànic era hacer el mestizaje, algo que mucha gente decía que no sería posible, pero que sí hacemos posible día a día con un gobierno de coalición o de coalición de coaliciones (ríe). Hay que ponerlo en valor porque son formas nuevas de hacer política y hay momentos de discrepancia, pero se habla y se consensúa mucho. Y cuando desde la discrepancia llegas a un acuerdo, eso enriquece. Y que no se nos olvide que por primera vez en España hay una consellera propuesta por un partido verde. Eso es un activo fundamental y los Verdes en la Comunitat Valenciana con su amplia historia han puesto en primera línea cuestiones que ahora tenemos plenamente asumidas pero que hace unos años eran transgresoras. El mestizaje enriquece y estabiliza a esta conselleria.

¿Usted ha sentido que los Verdes querían marcarle la política y los tiempos de aplicación de determinadas políticas?

Hemos tenido contacto frecuente y ese era el papel del secretario autonómico, que sigue perteneciendo a los Verdes [Fran Quesada], una persona que ha sido muy importante en el movimiento ecologista. Los Verdes han aportado mucho al programa político de Compromís, algo que tenemos que seguir impulsando y que se ha canalizado en el pacto del Botànic.

¿Se afiliará en algún momento a alguna de las cuatro patas que componen Compromís?

De momento seguiré como independiente y esto está en relación con mi condición de funcionaria del Estado. Pero todo es susceptible de cambiar. Pregúntamelo cuando pase un tiempo.

¿Le gustaría repetir mandato para acabar las cuestiones iniciadas y que no tendrá tiempo de acabar esta legislatura?

Me doy por satisfecha con algunas cosas, como el esfuerzo realizado en construir una conselleria nueva y cambiar inercias estructurales muy pesadas porque eso cuesta mucho y tenemos pocos medios. Eso hay que valorarlo. Sí que es verdad que nos falta consolidar determinadas líneas y cuestiones visibles. Sí, nos falta tiempo, pero muchos de los cambios también necesitan tiempo para verse y en particular las políticas ambientales, como la cuestión forestal. Tenemos que consolidar lo que se ha hecho. Y eso está por encima de la cuestión mía personal de si continuo o no. Tiene que continuar el proyecto.

¿Podemos ha quitado a Compromís espacio político con sus iniciativas medioambientales?

No tengo esa sensación. Está muy claro en la configuración del Botànic el apoyo que da Podemos. Sí que se ha observado más protagonismo y mayor exigencia por parte de Podemos, pero eso es bienvenido. Somos tres patas, tres tensiones y eso mantiene más fuerte al Botànic y me parece muy bien que la parte que no está en el Consell nos exija y nos ponga alerta porque tenemos que cumplir el programa que nos hemos marcado. Sí he notado la exigencia y esa presión positiva de Podemos, pero eso nos hace avanzar.

Ha recibido alguna orden de hacer política de perfil bajo y no meterse en líos en el año y poco que queda de legislatura.

En mi conselleria en absoluto. Lo que necesitamos es un impulso en políticas medioambientales. Y sobre todo explicar lo que significan determinados cambios como la cuestión de la movilidad en la ciudad de València que es muy de agradecer por la recuperación de espacios públicos en la ciudad, la mejora de la calidad del aire y en políticas de residuos. Tenemos que ser conscientes de la necesidad de exigirnos más y avanzar en la concienciación de medidas necesarias como el ahorro del agua o los incendios.

¿ Macrocentros comerciales como Puerto Mediterráneo encajan en la política que propugna el Pacte del Botànic?

Lo que hay que ver es en qué condiciones se plantean esos proyectos. Pero lo que nos corresponde a quienes tenemos la responsabilidad es asegurar que cualquier proyecto de inversión que llega a la Comunitat Valenciana cumple la la normativa y la ley de Evaluación Ambiental que deja muy claros los impactos. Por eso esos procesos son largos, es importante la exposición pública porque es clave lo que opine la sociedad. En el caso que a mí me ocupa lo que se tienen que cumplir son las condiciones de sostenibilidad que como sociedad nos hemos impuesto.

¿Pero botánicamente hablando es aceptable el proyecto?

La ley de Evaluación Ambiental es nuestra herramienta fundamental de actuación. El debate parlamentario es importante y la opinión de los partidos, también. Pero hay que evitar desde una consellera dar una opinión sobre un proyecto porque hay una parte técnica muy importante.

¿ Que medie el embajador británico denota que hay presiones e intereses importantes?

A mí no me consta que haya mediado.

Lo admitió él mismo.

Aquí recibimos a cualquier persona. La sociedad se mueve por intereses divergentes y nuestra obligación es gestionarlos. Pero aquí no se ha recibido ninguna presión y nosotros haremos el trabajo correspondiente cuando llegue el proyecto X. A día de hoy Puerto Mediterráneo no existe. Hubo un proyecto y quedó muy claro que no era aceptable. Si ese proyecto llega lo volveremos a estudiar dentro de la ley.

Gestiona una de las consellerias con menor presupuesto. ¿Con tantas prioridades es imposible poder llegar a todas?

Tenemos un presupuesto muy ajustado por la infrafinanciación y una parte de la deuda que no es legítima y eso afecta a las políticas medioambientales. Primero nos hemos impuesto las políticas sociales de Sanidad, Educación, Igualdad, Justicia y Dependencia y en esta conselleria también tiene mucho que ver la infrainversión del Estado en políticas como el agua. Tenemos unas tasas de inversión bajísimas del Estado y de momento se ha priorizado cambiar muchas leyes que teníamos de los años 90 como la de Estructuras Agrarias para atender las debilidades que tenemos, la sanidad vegetal es clave para nosotros, la política de seguros agrarios, la agricultura ecológica y su impulso donde estábamos muy rezagados, el cooperativismo y cambios en el paradigma de las políticas de agua, residuos, prevención forestal. Hemos dado un cambio muy importante. Hicimos en los presupuestos un esfuerzo enorme para blindar las ayudas europeas para que esas ayudas lleguen porque hay un retorno de fondos. Pero tenemos un déficit de personal y hemos ido más lentos de lo deseado.

¿ Por qué de todo el plan de residuos el sistema de recogida y retorno de envases (SDDR) resulta tan polémico?

Porque se ha perdido el contexto general. Tenemos como sociedad un problema y es la enorme generación de residuos. Somos generadores de basura, el principal problema de la sociedad de consumo. En envases se necesitan soluciones innovadoras pero también en residuos orgánicos domésticos para convertirlos en fertilizantes. Hay vertederos en situación gravísima y en atentado medioambiental como la Murada en Alicante, Basseta Blanca, Peñíscola y hemos puesto en primera línea esta cuestión porque es un gran problema por las emisiones a los acuíferos y de gases de efecto invernadero. Tenemos estimado que con la propuesta de sellado de vertederos se eliminarán un millón de toneladas de CO2. Tenemos que ir a la primera prioridad que es reducir los residuos porque enterramos demasiado. Ese es el cambio de ciclo.

¿ El SDDR está descartado?

No renunciamos pero está descartado por una cuestión temporal. Lo primero es aprobar el decreto que marca toda la política de residuos y adaptarlo al plan estatal que recoge lo que obliga la Unión Europea. Eso había que cerrarlo porque también tiene mucho impacto en los ayuntamientos, pues compartimos la gestión de basuras con los municipios. Ahora no está en primera línea pero no se renuncia a él.

Compartir el artículo

stats