La carretera nacional N-344 volvió a ser testigo en la madrugada de ayer de un trágico accidente en el que fallecieron dos jóvenes hermanas, de 24 y 20 años. Cristina e Inma Arroyo eran vecinas de la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna y circulaban con su vehículo sobre las 03.00 horas por la N-344, a la altura del municipio de la Font de la Figuera, cuando sufrieron un choque frontal contra un camión que les costó la vida.

Según explicó el Centro de Información y Coordinación de Urgencias, cuando los servicios médicos se desplazaron al lugar del siniestro tras recibir una llamada de alerta, ya no pudieron hacer nada por las jóvenes. Según pudo saber Levante-EMV, los restos mortales de las hermanas fueron trasladados hasta el Instituto de Medicina Legal de València, a la espera de que les sea practicada la autopsia, previsiblemente durante el día de hoy.

Tal como explicaron fuentes cercanas a la familia, las dos jóvenes habían salido el sábado por la noche dispuestas a pasar un rato de ocio. Las dos eran gran aficionadas a la música en directo así que «seguramente habrían ido a alguna verbena o concierto», comentaron dichas fuentes. Y de vuelta a casa, tuvo lugar la terrible colisión.

El punto de la red vial donde tuvo lugar el siniestro es una conexión que une la nueva variante con la carretera nacional de doble sentido. Pese a la inversión que se ha realizado en la zona, conocida por varios tramos considerados peligrosos, con la creación de la variante que evita que el tráfico rodado pase junto al núcleo urbano, el primer edil de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz, no dudó en manifestar su malestar por las condiciones de la carretera: «uno de los problemas es que la incorporación no tiene buena visibilidad», comentó a este periódico.

«Unas niñas muy queridas»

«Todo el pueblo de Tavernes de la Valldigna está en shock y muy traumatizado», declaró el alcalde del municipio, Jordi Juan, a Levante-EMV, quien explicó que las chicas son de una familia «muy conocida y apreciada por todos».

El padre de Cristina e Inma es un miembro de la Guardia Civil ya jubilado, y residente en la localidad de La Safor. Tanto la Asociación Unificada de Guardias Civiles, de València, como el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, dieron el pésame a la familia a través de mensajes en la red social Twitter.

Según palabras de Eva Palomares, portavoz del Partido Popular del municipio, «eran unas niñas muy queridas y cariñosas». Palomares conocía bien sobre todo a Cristina, la mayor de las hermanas, por la pertenencia de esta a Noves Generacions Tavernes de la Valldigna. «Siempre implicadas en la vida social y cultural del pueblo y dispuestas a colaborar y echar una mano», añadió visiblemente afectada la portavoz popular.

Tanto es así que Cristina trabajaba, desde hacía poco tiempo, en la fundación Integra Valldigna, cuya misión es la integración de personas con discapacidad intelectual. Según fuentes de esta organización, la víctima además de realizar sus funciones en el departamento de administración, colaboraba activamente en los talleres de ocupación e integración que se llevan a cabo. Además, era voluntaria de la Cruz Roja de la localidad.