Sor Sagrario, la madre superiora del Convento de las Siervas de Jesús, en la calle Salamanca de València, asegura que el perfil del «pobre» ha cambiado tras la crisis económica. «Con la crisis, hay muchos más pobres y con perfiles muy diferentes. Hay personas que han trabajado toda su vida y al perder el trabajo se derrumbaron. Y si pierden la casa... Entonces solo queda la calle y la calle es sufrimiento. Por lo menos, que coman algo caliente», explica. Y es que las Siervas de Jesús de la Caridad se dedican a la pastoral sanitaria, mediante el cuidado de ancianos y enfermos, en hospitales, clínicas, casas de reposo o a domicilio. Y no piden nada a cambio. El que da más, por el que da menos. Para ellas, la recompensa es otra.