Poder dedicar tiempo y recursos a tu pasión es uno de las mayores aspiraciones de todo el mundo. Si, además, ayudas a los demás haciéndolo y devuelves un poco de lo que has recibido en tus peores momentos, se convierte en una experiencia completa. Es lo que han conseguido el matrimonio de notarios de Rocafort, Javier Oliver y Carmen González Meneses con su proyecto vital «Encordados por la vida», una serie de retos deportivos (de ciclismo y montañismo principalmente) gracias a los que, durante los últimos dos años, han logrado recaudar casi 20.000 euros para la investigación en la lucha contra el cáncer.

El germen de «Encordados» nació en el verano de 2015 cuando Javier se marcó como reto cubrir en un día con su bicicleta de carretera, el desnivel vertical de la altura del Everest: 8.848 metros. «Cuando la empresa GTA Spano se enteró, propuso dar un euro por cada metro de desnivel que consiguiera y llegué al máximo con lo que aportaron 8.848 euros. Ahí vimos que había gente interesada por nuestras 'locuras' y pensamos en canalizarlo hacia fines solidarios», explica Javier.

El matrimonio ya colaboraba con la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer de València (AECC) ya que, como muchas otras familias, habían tenido que enfrentarse a la enfermedad. Carmen superó hace ocho años un melanoma maligno de piel y, tres años después, tuvo que extirparse las dos mamas por el alto riesgo de desarrollar cáncer que tenía.

«Cuando lo superó me dijo que teníamos que vivir y que quería devolver algo a la sociedad de lo que había recibido», explica Javier. Carmen participó en un reto de subida al Kilimanjaro con otras supervivientes de cáncer y, desde entonces, acompaña a Javier en gran parte de los retos que se han propuesto en estos dos años y que les han llevado desde los volcanes de los Andes ecuatorianos a los Andes chilenos o el Atlas marroquí.

«La manera de hacerlo fue firmando un convenio de colaboración con AECC València para que cualquier empresa o particular que quisiera participar lo hiciera donando directamente a ellos el dinero, nosotros ni buscamos patrocinadores ni recibimos el dinero». Así, y por el método de un metro de ascenso, un euro o por aportación directa de empresas y particulares han ayudado a donar a proyectos de investigación de cáncer casi 20.000 euros. Esta misma semana, han entregado junto a la AECC 10.505 euros al Incliva para ahondar en las causas de la metástasis del melanoma de piel, el primer cáncer que superó Carmen.

Y pensando en la máxima altitud, el Everest es la cumbre a alcanzar. Javier empezó a pergeñar el reto del gran «ochomil» el verano pasado y ahora, tras meses de intensa preparación, parte el próximo día 23. Será en la ventana climatológica que les deje el premonzón, entorno al 10 de mayo. Hasta entonces hay un largo camino de preparación y aclimatación.

«Ya sin movernos hemos recibido un donativo directo de 2.500 euros y estamos pendientes de que una empresa se sume. Esperamos conseguirlo», explica Javier , muy agradecido a su esposa por «cubrirle» laboralmente durante dos meses. Ambos confían en ver la bandera de la AECC ondear también en la cima del mundo.