La Conselleria de Sanidad va a adquirir catorce nuevas cabinas para garantizar la seguridad de los trabajadores en la preparación de medicamentos considerados peligrosos como los que se utilizan en el tratamiento de los diferentes tipos de cáncer.

El contrato ya se ha sacado a licitación, con un presupuesto de 182.000 euros y, una vez comprados, los equipos tienen un destino concreto: doce hospitales de las tres provincias.

Este tipo de cabinas, con diferentes filtros de aire y con protecciones específicas para los trabajadores, son obligatorias desde 2016 cuando se trata de trabajar con ciertos medicamentos por su elevada toxicidad: el ministerio reconoce hasta 213 fármacos que son altamente peligrosos para quien los manipule ya sea por su relación con la aparición de cáncer, la posible afección genética o los daños que pueden causar en la capacidad reproductiva o incluso a los fetos en mujeres embarazadas.

Según el pliego de condiciones del contrato, dos de las catorce cabinas especiales irán destinadas al Hospital Clínico de València; otras dos al hospital Doctor Peset, también en la capital y, el resto, al hospital General de Castelló, el de Alicante y los comarcales de Vinaròs, Sagunt, Requena, Xàtiva, Alcoi, Vila-joiosa, Elda y Orihuela.

El refuerzo de cabinas se hace tanto por la falta de unidades con estas medidas de seguridad -que la ley pide desde hace dos años- como para aumentar la capacidad de trabajo de las farmacias hospitalarias de estos centros ya que la normativa ha ido derivando hacia este servicio la preparación de fármacos que antes se hacía en planta de los propios hospitales o incluso en los centros de salud por su alta toxicidad.

«Ahora, no dan abasto para todas las preparaciones que tienen que hacer y, esto, solo va en aumento, ya que solo hay que mirar la evolución de pacientes oncológicos, por ejemplo», puntualiza el asesor de riesgos laborales y delegado del sindicato Satse, Francisco Martínez. «Esperemos que sean suficientes para el importantísimo incremento de carga de trabajo que tienen», ha añadido.

Adaptación «tardía»

Con esta compra, la administración busca ponerse al día en un aspecto en el que, precisamente «se va con retraso», según Martínez. Así, desde Satse recibían con «satisfacción» la compra del material porque suponía que Sanidad «está tomando conciencia del grave problema que supone no trabajar con las mejores medidas de seguridad» pero, a la vez, veían que la conselleria llega «tarde».

«Las recomendaciones ya son oficiales desde hace dos años por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y a nivel internacional incluso desde antes, pero hasta ahora, no se habían tomado cartas en el asunto», critica el sindicalista.

Adaptar los equipos no es, sin embargo, el único trabajo que le queda a la conselleria para evitar que los trabajadores que preparan estas medicaciones no estén expuestos a riesgos ya que también hay que adaptar las instalaciones. Así, y según recuerdan desde Satse, la normativa es muy explícita en cuanto a la normativa de seguridad de los lugares de trabajo ya sea por mecanismo de ventilación, áreas de aseo para los trabajadores....

«Además de comprar los aparatos hay que acondicionar las salas que, en muchos casos, son anticuadas y necesitan cambios estructurales importantes», añade Martínez que pone como ejemplos las carencias de las salas del «hospital de Alicante o el de Vila-real».