València vivió ayer una jornada atípica por las temperaturas que se alcanzaron: 30 ºC de máxima en la capital, con registros en todo el territorio que superaron los 20 grados gracias a los vientos de Poniente. Así, y según las informaciones aportadas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), hacía 17 años que en el «cap i casal» no se superaban tan pronto estas temperaturas: la última vez que el mercurio registró tan pronto estos niveles fue el 22 de marzo de 2001. El año pasado, y según los mismos registros oficiales, hubo que esperar hasta el 14 de junio para que los termómetros llegaran a la cifra veraniega de los 30 º C.

De hecho, desde 1869, la fecha más temprana en alcanzar los 30ºC en València fue el 2 de marzo de 1987. El récord contrario se remonta a 1919: no se registraron temperaturas por encima de los 30 hasta el 3 de agosto, con 32,6ºC.

Así, en una jornada veraniega, el observatorio ubicado en los Jardines de Viveros de València ciudad ha sido el que ha registrado los 29,6 grados. Más cerca del mar, en los medidores localizados en la Universitat Politècnica de València (UPV), los termómetros han registrado una temperatura de 29,5ºC, dos décimas menos que los marcados en el observatorio del aeropuerto, en Manises.

El ambiente caluroso se extendió, sin embargo, por el resto de la geografía valenciana, con registros de 28 grados en Xàtiva y de 27 en la localidad castellonense de Segorbe. En municipios habitualmente más fríos como Utiel, las máximas superaron los 22 grados a media tarde y también más de 21 grados en el observatorio de Morella, al norte de Castelló.

Para los próximos días, los principales de la Semana Santa, la Aemet ha advertido de la entrada hoy jueves de un frente frío atlántico y una borrasca que dejarán lluvias, nieve y frío hasta el lunes aunque el área mediterránea se mantendrá parcialmente al margen. Así, el frente frío que entra hoy recorrerá el cuadrante noroeste peninsular y Pirineos y la borrasca «bastante profunda» provocará el viernes un temporal de lluvia, viento y mala mar, todo ello acompañado por un descenso térmico y precipitaciones en casi toda la península.

Las temperaturas bajarán hoy de forma «clara y generalizada» salvo en los litorales del noroeste y en el sureste de la Península, donde apenas habrá cambios. En València se prevé una máxima de 22 ºC frente a los 30 de ayer.

El viernes será «el peor día» para la Aemet por la llegada de la borrasca y una bajada de temperaturas «generalizada», aunque al Mediterráneo no llegará la acusada inestabilidad.