? El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente mantiene su escaso nivel de inversión en infraestructuras hídricas en la Comunitat Valenciana. La Confederación Hidrográfica del Júcar vuelve a perder presupuesto y pasa de 8.680,56 millones a 8.471,05. Un buen ejemplo también de la penuria inversora es la partida dedicada a la reparación del embalse regulador del trasvase Júcar-Vinalopó construido en Villena. La gigantesca balsa de San Diego tiene fugas que impiden su pleno aprovechamiento, pero el ministerio solo prevé emplear este año 50.000 euros en su reparación y anuncia inversiones de 6,4;17,4 y 14,07 millones en 2019, 2020 y 2021 respectivamente.

Otra obra emblemática de carácter medioambiental como es el nuevo colector oeste de la Albufera tampoco terminará en 2018, ejercicio para el que solo hay una dotación de 100.000 euros.

Por otro lado, aunque existen partidas para la modernización del regadío del Júcar, algunas inversiones se aplazan al menos al 2021 cuando las obras deberían haber finalizado hace más de una década.

De nuevo también y sobre el papel no se va a invertir ni un duro en el Plan de Seguridad de Presas. Por lo que respecta al saneamiento, el Plan Crece contempla inversiones superiores a los 50 millones de euros en tres nuevas depuradoras aunque para el ejercicio 2018 el presupuesto apenas llega a los 2 millones de euros. Para las desaladoras de Castelló las mayores partidas van destinadas al mantenimiento y vigilancia de obras que aun no han entrado en servicio.