La ampliación de seis a doce carriles del actual «by-pass» o circunvalación de València sigue generando rechazo por sus afecciones negativas en materia de inundaciones, contaminación acústica y movilidad incluso después de que el proyecto elaborado por el Ministerio de Fomento haya superado la Declaración de Impacto Ambiental que otorga el de Agricultura y Medio Ambiente.

La reactivación del proyecto, que ha sufrido diversas modificaciones desde que comenzó su tramitación, no satisface ni a los empresarios del polígono de Fuente del Jarro -«junto al anexo parque de Táctica la mayor concentración empresarial de la Comunitat Valenciana», según recuerda su gerente, Joaquín Ballester-, ni al Ayuntamiento de Paterna, que recoge el malestar de los empresarios, vecinos y centros docentes que ya sufren el impacto de la infraestructura actual con seis carriles frente a los 12 proyectados.

Inversiones en peligro

Según Ballester, «la decisión de hacer los seis nuevos carriles por la parte de Fuente del Jarro, en lugar de hacer tres en cada lado, implica la expropiación de parcelas y naves que son sede de empresas activas, algunas con más de un centenar de trabajadores en plantilla, más los que trabajan para ella como autónomos».

El gerente habla de empresas que «seguro desaparecerían»; otras que «verían seriamente reducidas sus instalaciones hasta el punto de valorar si pueden seguir con su actividad en la zona» y varias más con proyectos de inversión que necesitan certidumbres»

La concejal de Infraestructuras de Paterna, Núria Campos, aseguró ayer que la ampliación propuesta por Fomento «agravará los problemas de inundaciones en Paterna, aumentará los niveles de ruido en urbanizaciones y centros escolares y agravará las congestiones de tráfico». Núria Campos recordó que el ayuntamiento ya presentó alegaciones con propuestas concretas para evitar las inundaciones en barrio de Santa Rita con un desagüe aliviadero que derive el agua del Barranc de la Font hacia el río Túria y evitar así inundaciones en el casco urbano.

La concejala afirmó ayer que la ampliación «no contempla proyectos tan importantes como Puerto Mediterráneo ni la densidad del tráfico que soporta el puente sobre la CV-35 próximo a la ciudad deportiva del Valencia CF. Joaquín Ballester recordó también las inundaciones periódicas provocadas por el barranco de la Font, que atraviesa la primera fase del polígono en un túnel abovedado bajo la calle Madrid.

En septiembre de 2012, «como ya ocurrió antes», la conducción se reveló insuficiente «con catastróficas consecuencias» que en opinión de Ballester se agravarán si, como se contempla en el proyecto, se incorporan al barranco de la Font los pluviales generados por la nueva plataforma, que a lo largo de un kilómetro discurre sobre el barranco de Travessat, tributario del de la Font antes de su entubamiento.