La partida de ajedrez a tres bandas por la reversión a la sanidad pública del Hospital de Dénia, cuya concesión acaba en 2024, ha comenzado con todas las piezas en guardia. Para Marina Salud, la empresa concesionaria del departamento sanitario, participada al 65 % por la aseguradora DKV y al 35 % por Ribera Salud, el anuncio hecho el jueves por el jefe del Consell, Ximo Puig, de rescatar antes que acabe este año el hospital «no es ninguna sorpresa». Fuentes de ambas compañías coinciden en señalar que Puig ya anunció hace dos años su intención de que este hospital, inaugurado el 3 de abril de 2009 con el objetivo de atender a una población de más de 150.000 personas, pasara a ser gestionado directamente por la Generalitat.

Efectivamente, el 29 de marzo de 2016 Puig anunció en Pedreguer que en abril de ese año iba a iniciar las negociaciones para conseguir la reversión al sector público del departamento de salud de la Marina Alta, que gestiona Marina Salud y que incluye el hospital de Dénia. Puig subrayó que había pedido a los consellers de Sanidad y de Hacienda, Carmen Montón y Vicent Soler, que iniciasen conversaciones con DKV para conseguir la reversión «en un plazo razonable». El president sostenía entonces que la voluntad del Consell era que el departamento de la Marina Alta fuera el primero en revertir la gestión al sistema público, pues «es donde se ha evidenciado más que el sistema de la privatización no ha funcionado» y existe «un sentir muy mayoritario» en la población y en las instituciones locales en ese sentido.

Fuentes de DKV reconocieron ayer que durante estos dos años ha mantenido reuniones por el Consell, pero a fecha de hoy aseguran «que no hay una oferta en firme» de compra de sus acciones en Marina Salud por parte de la Generalitat. Explican que su voluntad es continuar con la concesión administrativa hasta su final en 2024, «pero si la Generalitat decide cambiar el modelo actual porque no está de acuerdo con el mismo, estamos dispuestos a escuchar las ofertas que nos quieran hacer».

Derecho de tanteo

Hace unos días , el consejero delegado de DKV, Josep Santacreu, admitió que si la presencia de la compañía ya no gustaba a la Generalitat estarían dispuestos a facilitar una salida, aunque la condición sería recuperar la inversión realizada. Esta concesión de 15 años, que arrancó en 2009, incluía la construcción de un hospital de agudos en Dénia y la ampliación de la red asistencial con cuatro Centros de Salud Integral (CSI), dos en Dénia, otro en Calp y un cuarto en Xàbia.

No obstante, el precio de las acciones dependerá de la compensación que pueda pactarse por los seis años de concesión que quedan y de las liquidaciones que siguen pendientes. En el momento que Consell y DKV lleguen a un acuerdo sobre la venta de las acciones entraría en liza el tercer jugador sobre el tablero de la reversión del hospital de Dénia, Ribera Salud, que tiene derecho de tanteo sobre el 65 % de las acciones de su socio en Marina Salud.

Desde Ribera Salud, empresa que acaba de perder el Hospital de Alzira tras expirar la última concesión de 15 años, aseguran que el Consell «no ha mantenido hasta ahora ningún contacto con nosotros sobre el departamento de salud de la Marina Alta». «Sabemos que el hospital de Dénia está en la hoja de ruta del Consell y entendemos que en algún momento tendrán que llamarnos a negociar, pero por el momento no ha habido ningún intento de acercamiento por parte de la Generalitat», recalcan.

Ante la pregunta de si entra en sus planes ejercer el derecho de tanteo sobre las acciones de DKV, Ribera Salud sostiene que aún no ha tomado ninguna decisión. Hoy por hoy, añaden, «Ribera Salud no tiene intención de vender su 35 % en Marina Salud y tampoco se ha planteado adquirir una mayor participación en la concesionaria mediante el derecho de tanteo». Es decir, que ni vende sus acciones ni tampoco compra más participaciones y se mantiene a la espera de ver cómo evoluciona el proceso. La partida será larga.