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Educación

La evaluación desigual del Bachiller perjudica a los aspirantes a entrar en Medicina

Los estudiantes de la Comunitat Valenciana son los más afectados por la distinta valoración de la enseñanza media entre autonomías

Los estudiantes valencianos de Bachillerato que aspiran a ser médicos, a pesar de que cuentan con un expediente que se lo podría permitir, son los más perjudicados de España en el momento de acceder a una plaza en cualquier facultad pública de Medicina. Todo por la evaluación desigual del ciclo de Bachiller que se realiza en las diferentes comunidades.

Según el denominado Informe Manu, realizado por la catedrática de Bioestadística de la Universidad de Valladolid Cristina Rueda, más del 20 % de estudiantes de la Comunitat Valenciana que obtiene una media de sobresaliente en las materias «relevantes» cursadas en Bachiller para acceder al grado de Medicina, se queda sin cumplir su sueño.

En cifras absolutas, esto se tradujo en que en el año 2015, 108 aspirantes a médico que se matricularon en la PAU en la C. Valenciana, no obtuvieron plaza en estos estudios. Esto sitúa al valenciano como el territorio con más damnificados por una valoración desigual de las notas de acceso a la Universidad.

Cada departamento autonómico de Educación diseña y establece los requisitos de las pruebas de acceso a la Universidad. Esta heterogeneidad deja libertad a cada región para crear su propio criterio de valoración. El problema surge cuando las exigencias son desiguales en cada territorio. Algunos alumnos se ven beneficiados por el bajo nivel requerido y ven cómo sus calificaciones son muy altas y en cambio otros ven resentidas sus notas por la elevada exigencia.

Por eso, en el momento de optar a una plaza de Medicina en una misma facultad pública, tiene más opciones de conseguirla aquel estudiante que provenga de una autonomía más «benévola» a la hora de puntuar a sus alumnos que el que ha cursado Bachiller y se ha matriculado en la PAU en una región más exigente.

En lo que respecta al grado de Medicina, esta desigualdad en los baremos de evaluación lleva a una descompensación en las probabilidades de acceder a una plaza universitaria. Concretamente, en el caso de los estudiantes valencianos, estos tienen menos de la mitad de opciones que los canarios.

Precisamente, el caso del sistema educativo de Canarias es el más sorprendente. Los estudiantes insulares lideran las calificaciones de acceso a la universidad con un 7,7 de media, mientras que la Comunitat Valenciana obtiene un 7,16, lo que la ubica en el puesto número 12 del ranking.

Justo por detrás de Canarias se encuentra Murcia con un 7,54, Aragón con 7,37 y Extremadura con una media de 7,36. A la cola están Navarra con un 6,88; Baleares con 7,01, Galicia obtiene 7,08 y Castilla y León, 7,11.

Estas medias resultan especialmente llamativas si se comparan con los resultados arrojados por el Informe PISA de 2016. Según este estudio, Canarias, Murcia y Extremadura puntúan por debajo de la media nacional en las tres áreas analizadas: Ciencias, Comprensión Lectora y Matemáticas. Sin embargo, Navarra, Madrid y Castilla y León brillan en sus resultados y ocupan los primeros puestos de las clasificaciones de estas tres disciplinas.

Es decir, las evaluaciones de los alumnos llevadas a cabo por las áreas de Educación autonómicas no se corresponden a las que lleva a cabo el programa internacional de evaluación de estudiantes.

Para llevar a cabo su informe, Rueda analiza y compara las calificaciones de los estudiantes de las diferentes comunidades autónomas en las asignaturas obligatorias de la fase general de la PAU: Historia de España, Lengua Castellana, Historia de la Filosofía, Lengua Extranjera y las dos materias que «con más frecuencia» eligen los estudiantes para acceder al Grado de Medicina en la fase específica: Biología y Química.

La comparativa de las calificaciones de estas materias evidencia «diferencias importantes» entre las autonomías y arroja que la falta de homogeneidad en la evaluación de Bachillerato acrecienta las diferencias y frena la admisión a estudios con límite de acceso, que se corresponden también a los de mayor salida laboral.

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