P ¿Qué valoración hace de los seis años de mandato de su antecesor Federico Pallardó?
R Con Federico la relación ha sido siempre muy buena. Su equipo abordó una etapa difícil porque tocó efectuar el cambio de licenciatura a grado. Se tuvo que cambiar la estructura de los cursos, de las prácticas, etc y creo que lo han realizado con éxito y hoy el grado rueda de una manera buena.
P ¿Su mandato va a ser, pues, continuista?
R Tradicionalmente en la facultad siempre ha habido alternancia de decanos de básica y de clínica, cada uno con una visión distinta porque en lo cotidiano nos enfrentamos a aspectos distintos. Creo que el reto principal es hacer que ruede bien todo el engranaje de las prácticas en hospitales, que los desequilibrios en profesorado se vayan solventado y, por supuesto, mejorar los aspectos que hemos visto donde hay limitaciones, como potenciar las actividades de las aulas de habilidades, abordar aspectos de mejora en el desarrollo de clases o ilusionar más a los estudiantes para aumentar la asistencia a clase.
P Hablando de prácticas, ¿qué opinión tiene sobre la exclusión de estudiantes de la privada de las prácticas en hospitales públicos?
R Hay una norma vigente que marca que un centro hospitalario tenga un convenio con una única universidad para las prácticas. Es bueno porque evita competencias y problemas prácticos. Hay que hacer que se respeten los principios básicos.
P Los estudiantes de la pública apoyaron la medida argumentando que había, incluso, masificación en las prácticas.
R Creo que es excepcional y también depende del curso. Tal como están organizadas las prácticas, ruedan bien. No es aconsejable que haya mucha gente en una consulta y has de llegar a un equilibrio que, en general, se cumple pero hay todavía algunas asignaturas o materias en las que en ese reparto que se ha hecho todavía hay que ajustarlo.
P ¿Cree que los alumnos de Medicina de las universidades privadas tendrán una formación menor por no rotar por los hospitales públicos?
R Realmente no hay que confundir la enseñanza especializada, que es la que viene después, con la enseñanza de grado que tiene por objetivo formar a médicos en los conocimientos y habilidades generales. El que no pasen por grandes servicios o muy especializados no debe influir en la formación del grado, porque una práctica en un centro de salud puede ser tan formativa como en la Unidad de Cuidados Intensivos, por ejemplo, de cualquier hospital. De hecho, a veces, la atención que recibe el estudiante es más cercana en un centro de salud que en un servicio más especializado. Para nosotros es muy importante que se mantenga la normativa actual.
P El Consell alegó que se evitaban así situaciones irregulares como la contratación de personal «público» por las universidades privadas. ¿Tan grave era la situación?
R Desconozco datos concretos pero sí creo que es bueno que todo responda a convenios claros. Figuras como las vinculaciones o los contratos de profesor asociado asistencial marcan los horarios y remuneraciones. Todo lo que sea hacerlo público y claro es positivo. Lo demás conduce a malentendidos.
P Cada año se gradúan 7.000 estudiantes de Medicina en toda España pero las plazas MIR para especializarse siguen siendo menos. Este año se presentaron 14.000 aspirantes...
R Se sigue acumulando. Hace unos años se llegó a convocatorias con 20.000 aspirantes... creo que lo que falta es un equilibrio en la asignación de plazas. Desde mi punto de vista no hacen falta más licenciados, el problema está en cómo se llega luego a ejercer la profesión. Falta una planificación y estimación real de las necesidades que van a ir surgiendo para adaptar el número de graduados y el número de plazas MIR a esas necesidades. Si se va al ritmo actual empezará a aumentar el número de graduados sin especializarse y muchos no podrán entrar en el sistema.
P Aún así la Universidad de Alicante quiere abrir su propia Facultad de Medicina. ¿Está entonces en contra de su apertura?
R Se sigue en contra porque los números son claros. No hay necesidad de crear nuevas facultades sino de mejorar las existentes y mejorar luego el engranaje que hace que quien está graduado se forme en especializada y que encuentre un trabajo.
P La decisión está en manos del Consell. ¿Qué espera de los grupos del Botànic?
R Sí, la decisión va a depender de ellos. Sé que han escuchado a las partes y las opiniones se han expresado por parte de todos los implicados. No sé decir cuál será su decisión, por ahora no ha habido una declaración en un sentido u otro.
P ¿Se tomarán medidas desde la UV si, finalmente, se acepta la nueva facultad?
R No lo sé. Además de expresar nuestra opinión contraria... habría que ver.
P Y aún así, miles de jóvenes se quedan cada año en lista de espera para entrar a estudiar Medicina...
R En una reunión que hubo hace poco en Alicante al respecto de la nueva facultad, un estudiante hizo una pregunta así. Venía a expresar que qué pasaba con aquellos que tienen vocación y que querían estudiar Medicina y luego no podían por falta de plazas. La respuesta, precisamente de una estudiante, fue en el sentido de qué se le podía decir a esa persona que, con toda la ilusión quería formarse y luego se encuentra con que no puede ejercer la profesión de una manera digna. No hay que crear falsas esperanzas. Es dramático, acabar la carrera y luego encontrarte con que no puedes ejercer de una manera adecuada, eso es defraudar.
P El 65 % de los nuevos alumnos de su facultad son ya mujeres. ¿Para cuándo ese reflejo en las jefaturas de los hospitales?
R Es cuestión de tiempo. Aunque las mujeres tienen unos condicionantes que pesan a la hora del desarrollo profesional y que socialmente no están solucionados, creo que en Medicina es solo cuestión de tiempo. Eso es lo que espero y deseo.
