Gabriel Echávarri ya no es el alcalde de Alicante. El dirigente socialista ha renunciado esta mañana oficialmente a su cargo a través de un escrito que ha presentado un miembro de su Gabinete, en torno a las 9.30 horas, en la Secretaría del Pleno del Ayuntamiento de Alicante. Así, algo más de mil días después de asumir la Alcaldía a mediados de junio de 2015, Echávarri renuncia a la vara de mando, y también a su acta como concejal, forzado por su partido ante los dos procesamiento judiciales por presunta prevaricación, uno relativo al supuesto fraccionamiento de contratos en el área de Comercio y otro por el despido de una trabajadora del Ayuntamiento, que a su vez es cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala.

Certificada la marcha de Echávarri, se abre un plazo de diez días para la celebración de un pleno municipal en el que se dará conocimiento de la renuncia. Una vez tenga lugar ese formalismo, se abrirá un nuevo periodo de también diez días para la convocatoria del pleno de investidura, en el que se elegirá a un nuevo alcalde de Alicante para los próximo catorce meses.

Con la vista puesta en la investidura, la socialista Eva Montesinos, delfín de Echávarri, prevé continuar esta semana con la ronda de contactos con la oposición que inició con Guanyar y Compromís el pasado jueves. Por ahora, están confirmadas para mañana martes sendas reuniones con los concejales tránsfugas ( Nerea Belmonte y Fernando Sepulcre). En cambio, todavía está en el aire el encuentro con Ciudadanos, el grupo político en el que las tres fuerzas de la izquierda tienen depositadas sus esperanzas para intentar que los tránsfugas no sean decisivos en el intento de bloquear el regreso del PP a la Alcaldía de Alicante. Y es que si Montesinos no logra 15 apoyos (entre los votos del PSOE y los de sus exsocios de gobierno suma 14), el ejecutivo local recaerá en manos de los populares por haber sido la fuerza política más votada en las elecciones de mayo de 2015, lo que supondría su vuelta a un gobierno que dirigieron entre 1995 y 2015.

Tras esa cita electoral celebrada hace casi tres años, Echávarri se convirtió en el alcalde de Alicante en una investidura en la que contó con los votos a favor de los que serían sus socios de gobierno -Guanyar (6) y Compromís (3)-, pero también de Ciudadanos (6), además de los socialistas (6). Sin embargo, la formación de Albert Rivera ya ha anunciado que no tiene ninguna intención de dar un "cheque en blanco" al PSOE, aunque también ha matizado que tampoco lo hará con el PP. Su postura, al igual que la de los tránsfugas, puede ser clave en el pleno de investidura que se prevé celebrar a finales de este mes.

Hasta ese día, la socialista Eva Montesinos ejercerá como alcaldesa en funciones, tal y como viene haciendo desde que el pasado 23 de marzo Echávarri anunciase su dimisión en diferido, con fecha del 9 de abril, y delegara sus funciones en su "número dos". La renuncia del dirigente socialista se produjo ante las presiones ejercidas por el PSPV. De hecho, su anuncio tuvo lugar en Blanqueries, la sede central de los socialistas valencianos, tras una reunión de la dirección liderada por Ximo Puig.

Montesinos, una vez oficializada la salida de Echávarri de la Alcaldía, tiene previsto participar esta mañana (11 horas) en una rueda de prensa con motivo de la celebración de la Santa Faz. Será su primer acto público tras el adiós del hasta hoy alcalde de Alicante.