El Caso Cifuentes ha destapado una retahíla de políticos y cargos públicos que han engordado o presuntamente han mentido en sus currículums. Además de la misma presidenta de la Comunidad de Madrid, que esta mañana ha enviado una carta a la Universidad Rey Juan Carlos anunciando que renuncia al master, también lo habrían hecho el vicesecretario del PP, Pablo Casado, el diputado de Ciudadanos, Toni Cantó, o el gerente del Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Palma, José María González, hecho que ha provocado que se revise su nombramiento. También ha desaparecido de la página web del Congreso de los Diputados y de los perfiles de Linkedin titulaciones académicas de diferentes diputados. Pero, ¿por qué los políticos engordan o directamente mienten en sus currículums?

Según Ismael Peña, politólogo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), hay dos motivos por los cuales los cargos públicos se sienten «atraídos» para hacerlo. El primero, para "destacarse" sobre el ciudadano medio. En España la media educativa de la población ha subido de forma "muy significativa" en las últimas décadas. "Entre la primera generación nacida durante la postguerra y la primera en democracia, el número de personas con estudios de secundaria terminados se ha triplicado y los titulados universitarios se han más que doblado. Esto ha presionado a los políticos para, en cierta medida, legitimar que han sido escogidos porqué están más preparados que la mayoría de los ciudadanos", puntualiza.

El segundo motivo -añade- es la exigencia formativa que requiere trabajar en política. "La política es cada vez más compleja y, por lo tanto, es absolutamente cierto que hace falta una gran preparación. En este sentido, la presión para formarse no es tan extrínseca -de la sociedad-, sino intrínseca".

Según Peña, además de legitimar el cargo, esta tendencia a la titulitis sirve sobretodo porqué los políticos "justifiquen sus acciones". "Si sus decisiones provienen de un saber superior es difícil contestarlas. Así, en cierta manera, el título se usa de argumento sin tener que entrar a justificar más detalladamente la decisión tomada". "Obviamente -añade- ésta es una posición ilegítima (denominada técnicamente como argumento de autoridad) que se asemeja al cállate porqué yo sé más que tú".

Mentir en un currículum es causa de despido

La profesora colaboradora de Recursos Humanos de la UOC, Gina Aran, recuerda que desde el punto de vista laboral mentir en un currículum puede ser causa de despido disciplinario. "Los datos del currículum cuando alguien se postula a una oferta de trabajo deben ser ciertos", insiste. Sin embargo, según un estudio internacional de Umedy, el 24% de los españoles reconoce haber mentido alguna vez.

En el caso de los políticos o cargos públicos -puntualiza- debería haber congruencia entre su currículum y el cargo que ejercen. "Si, por ejemplo, ha accedido al cargo por concurso podría dejarse sin efecto en caso de que mienta. Incluso hay casos en que se va más allá de las medidas disciplinarias y pueden salir a la luz delitos como la falsedad documental como presuntamente es el caso de Cifuentes", concluye.

Una de las principales redes sociales que utilizan los políticos para hacerse eco de sus titulaciones académicas es Linkedin. Es el caso, por ejemplo, del número 2 de Ciudadanos en Valencia, Emilio Argüeso, que asegura que tiene o está cursando seis licenciaturas o grados y cinco masters. "En el caso de Linkedin, el usuario hace pública una información y si miente, en principio sólo podemos hablar de falta de honestidad o ética personal", asegura Aran.