A poco menos de diez días para la convocatoria del Consell Polític Nacional de Esquerra Unida que decida la nueva coordinación general de la formación, una de las candidatas, Rosa Pérez, da un paso al frente proponiendo una configuración de la ejecutiva: 12 miembros de la lista de Pérez (donde se integraría la coordinadora general) y once para la lista de la otra candidata, Rosa Albert.

En palabras de Pérez, la propuesta supone una "lista integradora" que cambie el rumbo de la formación, que ha atravesado momentos convulsos por los enfrentamientos dentro del partido. El deseo de ambas candidaturas es el de conjugar todas las corrientes que forman el partido en la ejecutiva pero, por ahora, no todos aceptarían la propuesta de Pérez.

El equipo de Rosa Albert no ha recibido una propuesta formal. Así lo reconoció ayer la proopia Albert, quien aseguró que aunque conocía el plan de Pérez, su equipo no tiene constancia real de la configuración 12-11 que propone. Aún así, Albert aseguró que no puede aceptarlo sin el consentimiento del equipo completo. Sin embargo, fue firme al asegurar que la mejor solución es esperar a los resultados de las asambleas comarcales y, una vez se configure la totalidad del Consell Polític, se diseñe la ejecutiva con los representantes elegidos.

Tres meses desde la primera vuelta

El 25 de febrero se eligieron por sufragio universal 60 representantes para el Consell Polític Nacional, donde 30 fueron de la lista de Pérez, 26 de Albert y 4 por parte de Óscar Navarro, el tercer candidato que se retiró de las primarias y cedió sus cuatro votos a la lista de Albert.

Esto generó un empate que ha dejado empantanada a la formación desde febrero, y con enfrentamientos internos por no cumplir el preacuerdo de que los candidatos apoyarían la lista más votada que, en este caso, fue la de Albert. A las tensiones internas se sumaron las modificaciones que dictaminó Izquierda Unida Federal para la segunda vuelta del proceso que concluirá el 28 de abril.

La más polémica fue la de reducir a 60 los delegados comarcales frente a la decisión que EUPV tomó de elegir a 65. Un cambio que no sentó bien en según qué corrientes de la formación, como Izquierda Abierta, Izquierda Republicana e Independientes, que anunciaron en un comunicado que denunciarían a la organización en Madrid por tratarse de un “golpe de estado” porque en los cambios dictados “se beneficiaba a Rosa Pérez”.

Rosa Albert señaló en este sentido que EUPV tiene independencia para comformar la organización por lo que las directrices de Madrid no son bienvenidas. Aún así, acatarán y se elegirán a 60 representantes comarcales, con el riesgo de que volviera a producirse un empate entre las candidatas.