Freno y marcha atrás para los estatutos del nuevo PSPV, el surgido de los procesos congresuales que empezaron en el verano de 2017 y han acabado ahora. Como informó ayer este diario, el sector crítico con la dirección de país (articulado en torno a la secretaria general de la provincia de València, Mercedes Caballero) ha cuestionado algunos artículos, que considera que se inmiscuyen en competencias provinciales o que ahondan más de la cuenta en el autogobierno del PSPV: se habla en concreto en el artículo 5 de la «capacidad plena» para decidir «funcionamiento, objetivos y programas».

Ante esta situación, la dirección del Ximo Puig acordó ayer con Ferraz posponer la aprobación de los nuevos estatutos, que estaba prevista para el comité nacional de hoy, hasta la próxima convocatoria de este órgano, el máximo entre congresos.

Blanqueries vistió ayer de normalidad la decisión y argumentó que la medida se había adoptado para esperar a tener ya estatutos provinciales y locales y así aprobarlos todos en una misma reunión del comité nacional.

Sin embargo, la postura puede interpretarse como una concesión a los críticos sanchistas, más próximos a la dirección del PSOE.

La aprobación de los estatutos era el punto principal del comité nacional de hoy, al margen de su propia constitución. El aplazamiento del debate sorprende asimismo porque, en principio, Ferraz, a cuyo frente está el valenciano José Luis Ábalos, no había puesto impedimentos al documento preparado por el equipo de Puig, según fuentes del partido en Madrid.

La crisis reciente del PSOE en Alicante puede convertirse en el asunto central de la reunión de hoy. No se descarta que sanchistas de Alicante planteen medidas más radicales de las adoptadas.