La crisis ha afectado con más dureza a la Comunitat Valenciana que al resto de España y ha provocado un sensible incremento de la pobreza. El porcentaje de familias que no llega a fin de mes se disparó entre los años 2006 y 2015 y la renta per cápita se desplomó por las altas tasa de paro, según revela el informe «Las facetas del bienestar» que han publicado la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
El análisis destaca que durante muchos años los valores de las variables asociadas al bienestar material en la Comunitat Valenciana eran prácticamente idénticos a los de la media nacional.
Sin embargo, la crisis ha tenido un efecto más negativo sobre la C. Valenciana, que se ha alejado de los valores medios en algunas de las variables esenciales. La renta per cápita de los valencianos se ha quedado en el 89 % de la media, el paro de larga duración se ha situado «casi un 9 % por encima de la media y la pobreza es un 17,5 % superior a la del conjunto del país».
Los responsables de la investigación establecen el umbral de la pobreza en el de las personas que subsisten con el 60 % de la renta media. El porcentaje de valencianos pobres ha subido cinco puntos entre 2006 y 2015 al pasar del 25,09 al 30,10 %.
El análisis revela que los mayores aumentos en el porcentaje de pobres durante el periodo del estudio corresponden a la Comunitat Valenciana, Canarias, Cataluña, la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia. Por el contrario, se ha producido una disminución importante del riesgo de pobreza en Aragón, el Principado de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra, País Vasco y La Rioja.
Una de las variables clave a la hora de evaluar el impacto de la crisis en los hogares es la relativa al porcentaje de población que vive en hogares «con muy baja intensidad de trabajo». El análisis precisa que se trata «de la población comprendida entre 0 y 59 años que vive en hogares en los que los adultos trabajaron menos del 20 % de su potencial durante el año anterior. Este porcentaje se ha multiplicado por 2,4 en España entre 2006 y 2015».
El estudio precisa dónde se han registrado los peores datos: «Destacan negativamente los incrementos experimentados en Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha y la Comunitat Valenciana, donde este porcentaje se ha triplicado». La C. Valenciana es la cuarta región española que tenía mayor porcentaje de hogares con baja intensidad laboral en 2015 tras Andalucía, Canarias y Extremadura.
Desde que la recesión empezó a remitir, la recuperación económica trajo consigo una creciente recuperación de puestos de trabajo, pero muchos de ellos caracterizados por la precariedad de tiempo, seguridad y salarios. Uno de los datos relevantes en el análisis es el peso de la población ocupada a tiempo parcial.
En el caso valenciano, el incremento es del 40,33 % dado que las personas que se regían por este tipo de contratos representaban el 13,5 % del total en 2006, un año antes del inicio de la Gran Recesión, y habían subido al 19 % en 2015, en plena fase de recuperación.
Renta de inclusión
Una de las medidas impulsadas por el Consell para reducir el impacto de la pobreza es la renta de inclusión. Las consultas ciudadanas sobre la nueva renta valenciana de inclusión registradas en el mes de su entrada en vigor han alcanzado las 1.242, según los datos registrados por el servicio de atención 012, y que a juicio de la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, evidencian que esta es una prestación «esperada por la sociedad». Oltra recordó que el 012 y la página web de la conselleria ofrecen toda la información necesaria para solicitar la ayuda en los servicios sociales municipales.
