La Guardia Civil estrecha el cerco sobre el presunto maltratador que prendió fuego al piso de su expareja en Albal el pasado domingo. Por suerte, ni la víctima ni los hijos menores de edad de esta estaban en el domicilio en el momento de los hechos y el fuego solo provocó daños materiales. Eso sí, hubo una víctima mortal, el perro de una vecina del edificio, cuya vivienda también quedó seriamente dañada por las llamas.

Mientras prosiguen las pesquisas para dar con el sospechoso, identificado como Julio H. O., de 47 años, agentes del instituto armado protegen las 24 horas a su excompañera sentimental, catalogada como víctima de violencia de género de riesgo extremo.

Tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, el presunto autor del fuego tenía una orden de alejamiento que le prohibía acercarse a su expareja y comunicarse con ella. De ahí que además del delito de incendio con riesgo para las personas, en cuanto sea arrestado, se le imputará también un delito de quebrantamiento.

No era la primera vez que quebrantaba dicha medida cautelar dictada por el Juzgado de Instrucción número tres de Catarroja, con competencias en materia de violencia sobre la mujer. De hecho, hace aproximadamente un mes, a los pocos días de que el juzgado adoptara dicha medida, agentes de la Policía Local de Albal arrestaron a Julio H. O. por encontrarse a escasos metros de su víctima, según indicaron fuentes municipales.

El sospechoso estaba esperando la salida de su expareja en un bar situado bajo la vivienda a la que presuntamente habría prendido fuego con gasolina el pasado domingo.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (Tsjcv) explicaron que el citado juzgado de Catarroja dictó una orden de protección después de que el hombre, que está siendo buscado por la Guardia Civil, fuera puesto a disposición judicial el pasado 28 de marzo para la celebración de un juicio rápido. El sospechoso tiene una causa abierta por un delito de maltrato psicológico habitual.

Estas mismas fuentes explicaron que el juicio rápido no llegó a celebrarse porque las partes solicitaron la práctica de más diligencias. Así, el juzgado ha citado a varios testigos en referencia a estos hechos, quienes deberán comparecer próximamente.

Una garrafa de gasolina

Agentes del grupo de criminalística de la Guardia Civil, así como expertos en incendios del instituto armado, acudieron ayer por la mañana al lugar donde se produjo el incendio, una vez asegurada la zona por los bomberos, para determinar cómo se inició el mismo.

Todo indica que el presunto maltratador utilizó una garrafa de gasolina como acelerante. Hay testigos que lo vieron comprar el combustible esa misma tarde y otros que indicaron que, incluso después de causar el fuego, se quedó en la calle unos instantes observando el resultado de su acción.

Además de la rápida propagación de las llamas, se produjo una fuerte explosión, según relataron vecinos de esta finca de la calle Acequia de Favara. La expareja del presunto autor y los dos hijos en común, un chico y una chica de 15 y 13 años, se habían trasladado a vivir a otro domicilio. Eso les salvó la vida. El sospechoso huyó en un vehículo Fiat Punto y al cierre de esta edición todavía seguía en paradero desconocido.