El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que hay 1.800.000 valencianos discriminados por el Gobierno de España «sin un solo argumento, ni razón que lo justifique». El presidente, que valoraba así la nueva negativa del Gobierno a cofinanciar el transporte en el área metropolitana de València, recordó que el gobierno de la Generalitat no es partidario de la «vía rupturista», aunque acusó al Gobierno Rajoy de «ejercerla» en su constante discriminación hacia los valencianos.

La «gota que colma el vaso», según expresión reciente de Puig, ha sido la reunión celebrada en Madrid el pasado viernes entre el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y el subsecretario autonómico de Transportes, Josep Vicente Boira, entre otros, con la secretaria general de Financiación Autonómica y Local, Belén Navarro.

El encuentro en la sede del Ministerio de Hacienda, al que se adhirió a última hora el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, había sido solicitado al ministro Cristóbal Montoro el pasado 13 de marzo por la consellera de Vivienda y Obras Públicas, Maria Josep Salvador. El ministro no respondió y el viernes se presentaron en Madrid los ya citados en compañía del director general de Obras Públicas, Carlos Domingo, y la gerente de la Agencia Metropolitana de Transporte, María Pérez.

Ausente Montoro y casi a a la misma hora en que se cerraba el plazo para presentar enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado, Belén Navarro confirmó que un año más no llegarían los 38 millones de euros solicitados para el transporte metropolitano de València.

«Más allá de 38 millones»

Tras reunirse ayer con la delegación valenciana que acudió a Madrid, el president describió la reunión y la respuesta del Gobierno como una «absoluta falta de respeto» a los valencianos y añadió que su Consell no está dispuesto a aceptar el «maltrato vejatorio» para 1.800.000 valencianos usuarios del transporte metropolitano «marginados» sin ningun tipo de explicacion.

«No se rebatían los datos porque no hay manera de explicar en qué son distintos los valencianos a los ciudadanos de Madrid o Barcelona que sí se benefician de estas ayudas», añadió.

Para Ximo Puig, existe «un problema gravísimo de invisibilidad que finalmente acaba teniendo consecuencias muy negativas para los ciudadanos».

«Al final -explicó- de lo que estamos hablando es de problemas cotidianos, de si se pueden tener más o menos frecuencias, de renovar el equipamiento, etc.».

El presidente de la Generalitat reclamó de nuevo la lealtad institucional del Gobierno de España y «respeto» para los los valencianos. «Nosotros no queremos romper nada y nuestra propuestas se basan siempre en la lealtad institucional: no estamos por la vía rupturista, pero es otra vez el Gobierno central quien rompe ese camino maltratando a los valencianos», destacó.

El presidente, que tachó de «intolerable» la negativa del Gobierno de Rajoy a financiar el transporte público metropolitano como lo hace en Madrid, Barcelona y Canarias y de «falsas» las excusas ofrecidas por la delegada del ministro Montoro, finalizó recordando que había una posibilidad de revertir la situación.

Hay enmiendas a los presupuestos para que se incluya la aportación de los 38 millones. «Lo único que pedimos al PP y, sobre todo, a Ciudadanos, es que defiendan el interés general y se alejen de tesis partidistas que discriminan a los valencianos apoyando la presentación de una enmienda conjunta en las Cortes españolas. Ciudadanos tiene que decir si está a favor o en contra de los valencianos: es bastante fácil, no tiene matices», concluyó.