El senador del PP, Pedro Agramunt, contestó ayer a través de su cuenta personal de Twitter a quienes continúan solicitando que pida disculpas por sus polémicas declaraciones en las que ironizaba sobre el hecho de que era demasiado mayor para mantener relaciones con prostitutas.

En concreto y de forma velada, se refirió a la presidenta de su partido en la C. Valenciana, Isabel Bonig, quien el lunes calificó de «desafortunadas e inapropiadas» las palabras del senador.

De hecho, el mismo lunes le emplazó a pedir perdón, por lo que Agramunt remitió en su Twitter a la disculpa pública que hizo en una entrevista en Levante TV, donde manifestó que la prostitución es un tema «del que no debí hacer ninguna broma» y reconoció que fue «un error que cometí».

Así, la presidenta Bonig se manifestó abiertamente acerca de la comprometida situación en la que se encuentra el senador.

Bonig mostró su «respeto» hacia la decisión del comité nacional de derechos y garantías del Partido Popular que decidió la semana pasada abrir un expediente informativo al senador.

La decisión del partido se produjo después de que la Asamblea del Consejo de Europa votara a favor del informe sobre presuntas irregularidades en su gestión en este órgano europeo.

El documento atribuye a este senador la violación del código de conducta en su calidad de ponente sobre Azerbaiyán, al suavizar las críticas hacia las autoridades de ese país en la misión como observador de las elecciones que se celebraron allí en 2015.

Se recoge que «hay fuertes sospechas de que Agramunt fue parte de una actividad corrupta» aunque se admitía que no había «evidencias claras». El propio Agramunt hizo referencia a estas acusaciones en la entrevista televisiva justificando su «libertad de pensamiento» respecto al criterio empleado para evaluar a Azerbaiyán y negó rotundamente haber recibido sobornos con prostitutas.

Con todo, el asunto no ha sido tratado en la reunión del consejo de dirección del PPCV, si bien es un asunto que se maneja desde Génova. El expediente informativo se abrió desde la dirección nacional en base a los estatutos del partido que permiten actuar ante los indicios de una conducta improcedente.

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa invitó a Agramunt y a otros cinco senadores a abandonar el organismo amparándose en la «responsabilidad política individual» y apeló a los parlamentos nacionales «a tomar las medidas oportunas».

El procedimiento interno del Consejo de Europa exige que «las personas afectadas por el informe puedan dar su versión de los hechos». En el caso de Agramunt, declarará en mayo, en la reunión del comité de reglas de París. En cualquier caso, las competencias para destituir a un parlamentario del Consejo de Europa recaen sobre los senados nacionales a los que pertenecen los miembros.