La XXVIII edición del Encuentro de la Costera congregó ayer a más de 8.000 asistentes en Llanera de Ranes. Los pueblos vecinos de l'Alcúdia de Crespins, Vallada, Barxeta, Canals, el Genovés, La Font de la Figuera, Cerdà, Torrella, La Granja de la Costera, Llocnou d'en Fenollet, Rotglà i Corberà, Moixent, Montesa, Novetlè y Xàtiva no quisieron faltar a esta jornada lúdica y reivindicativa que toma el valenciano como núcleo de un gran movimiento social y que expresa el deseo compartido de vivir completamente en valenciano.

Con el lema «Nosaltres, per el valencià» los asistentes compartieron los referentes de la cultura popular y el sentimiento de «hermandad de ser pueblo», después de que más de 125.000 personas ya hayan gozado de las diez fiestas celebradas hasta ahora en Rafelguaraf (la Ribera), Alcalalí (la Marina Alta), Alfara del patriarca (l'Horta Nord), la Vall d'Uixó (la Plana), Monòver (les Valls del Vinalopó), Elx (el Baix Vinalopó y el Baix Segura), Sant Vicent del Raspeig i Alacant (l'Alacantí) y València (Castellar - l'Oliveral).

El encuentro combinó música, fiesta y lengua. Así, entre el gran abanico de actividades que se desarrollaron durante la jornada se encontraba un centenar de talleres escolares, un pasacalle que recorrió las calles de Llanera de Ranes, las figuras de las muixerangues, las exhibiciones de danzas populares, las diversas actuaciones, juegos tradicionales y las canciones populares que todo el mundo entonó durante la fiesta.

El principal objetivo de la Federación de Asociaciones por la Lengua-Escuela Valenciana es vivir completamente en valenciano. «La ciudadanía tenemos derecho a hablar valenciano siempre. No podemos permitir que nos discriminen, que el funcionariado desconozca una de las lenguas oficiales del País Valencià», declaró ayer el vicepresidente de Escola Valenciana, Joan Cortés. «Con la Encuentro reivindicamos la presencia de nuestra lengua en la calle y expresamos nuestro amor al valenciano», manifestó.

Asimismo, la académica de la Acadèmia Valenciana de la Lengua, Inmaculada Cerdà, definió estos encuentros como «las fiestas del gozo de la palabra valenciana fuera de la escuela».