A principios del año 1992, un pequeño grupo de empresarios valencianos, galardonados con el Premio Valencia Innovación, distinción que otorgaba la Generalitat Valenciana, decidieron crear un Club de Empresas, al que querían unir aquellas empresas que se fueran añadiendo a esta nómina de premiados y que se constituyó como Club de Calidad Valencia. Emilio Orta, uno de los artífices de su fundación y mantenimiento (a pesar del escaso número inicial de asociados, como le gustaba repetir: '«cabíamos en un taxi»') fue uno de sus principales animadores en el cambio hacia el desarrollo de las actividades innovadoras en las empresas valencianas, motivo de la transformación en Club de Innovación y del importante crecimiento de su número de empresas y organizaciones asociadas.

Durante los nueve años en los que fue Presidente del Club de Innovación (2000-2009), consolidó la entidad impulsando las actividades que hoy la identifican. Su relevo no llevó, como habitualmente ocurre, al retiro de su presencia y apoyo. Mantuvo, como Presidente de Honor, el carácter revolucionario y emprendedor que le hacía estar al frente de las actividades realizadas del Club de Innovación, dando muestra de su interés y gran afecto por un proyecto que siempre consideró como propio. Esperamos que su vocación innovadora y la inquietud de su espíritu, se mantenga entre todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerle. Descanse en paz.