La gestión de la Diputación de València está tan bien considerada entre los alcaldes que el 75 % de ellos considera que la institución debe seguir existiendo. Es un dato significativo si se tiene en cuenta que, como filosofía, la izquierda valenciana aboga por la eliminación de las corporaciones provinciales. Compromís, que forma parte del equipo de gobierno, defiende activamente esta posición.

Los máximos representantes de la institución, Jorge Rodríguez (PSPV) y Maria Josep Amigó (Compromís), presentaron ayer los resultados de una encuesta que supone un espaldarazo a su actuación, muy cuestionada por el PP. El estudio es una segunda parte del realizado a finales de 2015 y lo más significativo, a ojos de los gestores provinciales, es la adecuada progresión en todos los indicadores.

Así, el 92 % de los alcaldes cree que la corporación reparte las ayudas con objetividad, frente al 43 % de los ayuntamientos que lo creía al inicio de la legislatura. «Nuestra apuesta por la eliminación de las ayudas a dedo y el amiguismo es una realidad que ha sido percibida», dijo Amigó ayer.

La encuesta ha sido respondida por 226 de los 266 alcaldes de la provincia, el 84 %, un dato que subrayó Rodríguez: «Una respuesta masiva, con independencia de su color político», señaló el también portavoz del PSPV.

Las distintas áreas de gestión reciben una nota media de 7,83 sobre 10, según el estudio de la consultora Gfk. Destacan el Plan de Inversiones Sostenibles, que recibe un 9,1, y el Fondo de Cooperación Municipal, que tiene un 8,95. Este último, proyecto estrella del último año, está sufragado a medias por el Consell y es el instrumento principal para dotar de autonomía financiera a los municipios.