«Es un auténtico profesor, un apasionado de su trabajo, que nos ha inspirado a muchos alumnos a salir adelante... Sin él, hoy yo no estaría en la Politècnica estudiando una ingeniería pues ha conseguido que, lo que antes de conocerle solo era una asignatura que estudiar, se convierta en una pasión». Así agradece Alejandro Rodríguez, alumno de primero de Ingeniería de la Energía en la Universitat Politècnica de València (UPV), la ilusión por aprender que le transmitió su profesor de Tecnología del Instituto de Educación Secundaria (IES) de Rafelbunyol, Alfonso Robledo.

Testimonios de agradecimiento como este a 50 profesores que han dado alas a sus alumnos, despertando en ellos la vocación por estudiar carreras tecnológicas, inundaron ayer de emoción el Paraninfo de la UPV en un sentido tributo a los docentes de Secundaria. Esta universidad es la primera en la Comunitat , y quizás también de España, que homenajea al profesorado de ESO, Bachillerato y FP que ha marcado para bien la vida de sus alumnos de grado.

El rector de la UPV, Francisco Mora, explica que este homenaje a los mejores docentes surge de las encuestas que realizan a su alumnado de primero. «Cuándo les preguntamos quién les animó a estudiar una carrera, hay un porcentaje muy alto que recuerda al profesor o profesora que despertó en ellos la curiosidad por aprender».

De ahí que la UPV haya propuesto a sus alumnos que premien a 50 profesores que jamás olvidarán. «Nuestra ilusión es repetir todos los años este homenaje a los docentes de Secundaria, pues debemos agradecerles el enorme trabajo que hacen para la sociedad, en la mayoría de ocasiones sin contar con los recursos y apoyos que merecen», destaca el rector.

En nombre de los premiados, Francesc Lleches, profesor del IES Enric Valor de Pego, agradece el reconocimiento de la Politècnica. «Somos 50, pero representamos a muchos más compañeros y compañeras que cada día se enfrentan al reto de enseñar y convertir las aulas en un lugar donde la igualdad y la inclusión sean un hecho», dice. «Agradecemos este premio que nos dan nuestros alumnos, pues sin ellos no somos nada. Su voz debe ser primordial para nosotros: debemos escucharles siempre y atender sus necesidades», añade.