La abogada Belén Reyero fue la fiel escudera de Francisco Camps en la gestación y organización de la Fórmula 1 en València. También durante la época de Alberto Fabra. Reyero, con diez años de experiencia en multinacionales como el Banco Central Hispanoamericano, Banco Santander y Telefónica SA trabajó como asesora de Presidencia de la Generalitat entre el 1 de mayo de 2004 hasta el 25 de septiembre de 2007. Aunque tras abandonar Presidencia en 2007, Belén Reyero concatenó contratos en las empresas públicas Promoción Estratégica de la Comunitat Valenciana (2007-2009) y Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (octubre 2009-diciembre 2013).

Durante todos estos años Belén Reyero tuvo un «papel nuclear en todas las gestiones de relativas al Gran Premio de Fórmula 1 como persona de confianza del investigado Francisco Camps», aseguraba la Fiscalía Anticorrupción en su solicitud para que Reyero fuera citada a declarar como investigada. Petición que la titular del Juzgado de Instrucción 2, Beatriz Sobremonte, aceptó, por lo que Reyero está citada a declarar el próximo martes 15 de mayo. Anticorrupción también destacaba la participación de Reyero en «el ocultamiento de datos a los diputados de la oposición e incluso el falseamiento de los mismos».

Una partipación que Camps intentó negar en un recurso ante el juzgado en el que acusaba a la Fiscalía de «construir erróneamente sobre una presunción infundada otra historia de amistad y sometimiento sin límite, que no sólo es irreal y negamos, sino que además es absurda e increíble», aseguraba en referencia a la estrecha relación profesional que ya apuntaba la Unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) de la Policía en un informe de octubre de 2017

Aunque el nuevo análisis policial aportado a la causa confirma este «papel nuclear» de Reyero que, de hecho, era la interlocutora con el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, en todas las negociaciones de los contratos que permitieron organizar los cinco grandes premios de F1 en València.

Una dedicación que acabó pasándole factura. Entre los correos intervenidos, la Policía destaca el que la asesora envía a una amiga el 22 de julio de 2010 en el que relata que está tratando de «organizar este pequeño desastre que es el proyecto de la F1». En el mismo mensaje revela un enfrentamiento con «una que es la relaciones públicas del circuito de Cheste llamándome zorra a la cara y diciéndome que estaba acabada, todo porque traté de que estuviera en su sitio y llevo años evitando que haga negocio a costa de la F1 para ella y para mi jefe directo, el cual también durante la F1 me miraba con cara de asesino... Luego me enteré que estos dos eran amantes y cobran comisiones hasta de su sombra. Me parece tan feo vivir rodeada de gentuza así, y son solo la punta del iceberg, me paso el año luchando con gentuza que quieren vivir a costa del dinero público».

Cinco días después, Belén Reyero revela en otro correo dirigido a su marido que Ecclestone le ha transmitido su intención de darle «un contrato a largo plazo para terminar con el de Barcelona». Y añade: «Mi jefe me ha dicho que adelante, así que ya sé qué voy a hacer en agosto, leerme un contrato de mil folios en inglés para que la comunidad pueda seguir gastando un pastón para que Bernie venga a cenar con Natalia un par de veces al año».

En otro de los correos destacados por la UDEF, del 29 de febrero de 2012, Reyero llega a admitir que le da «miedo haber convivido con [dos de los] tarados mundiales más reconocidos, Camps y Ecclestone».