Pedro Agramunt insiste en su paso al ataque. Ayer acudió a la Comisión de Reglamento del Consejo de Europa con un informe extenso cargado de acusaciones contra los lobbiesque él sitúa detrás de los indicios de corrupción que una comisión de investigación concluyó contra él.

Pero el senador valenciano del PP ha abierto además otra vía de actuación. Según aseguraron ayer a Levante-EMV fuentes próximas al veterano dirigente popular, sus abogados presentaron el pasado lunes una denuncia contra el Consejo de Europa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo.

El político considera que se vulneraron sus derechos fundamentales cuando la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) aprobó en 2017 una modificación del reglamento de la institución con efectos retroactivos destinada a echarlo de la presidencia de la entidad.

Ante ese movimiento, Agramunt optó por renunciar en octubre, antes de que le aplicaran la nueva normativa. Le quedaban poco más de dos meses de mandato.

Por entonces, ya se había aprobado la comisión de investigación sobre posibles prácticas corruptas de Agramunt al frente de la APCE. La polémica estalló por el viaje del expresidente de la organización a Siria con una delegación encabezada por Rusia y su encuentro con el dictador Bashar Al-Asad.

No obstante, el informe final de la comisión va más atrás y acusa al valenciano de actuar en favor de los intereses de Azerbaiyán a cambio de dinero, regalos e incluso favores de prostitutas. Es la etiquetada como «diplomacia del caviar».

Agramunt ha negado estas acusaciones de «posible» corrupción. Como publicó este diario, acudió ayer a París con un informe de alegaciones que sitúa a dos lobbies de la órbita del magnate George Sorolobbiess como creadores de los cargos contra él. Ambas entidades estarían vinculadas con el respaldo internacional al independentismo catalán.

Según el entorno del político, los miembros de la Comisión de Reglamento detuvieron ayer durante unos minutos la declaración del valenciano para valorar la documentación aportada por este.

El senador, no obstante, no ha convencido a Compromís. La diputada Mònica Álvaro pidió su dimisión del Consejo de Europa y que «deje de marear con conspiranoias».