Es un hecho que el crecimiento poblacional de animales como ciervos, corzos o jabalíes trae de cabeza al mundo rural, ya que la «acción depredadora» de estas especies silvestres sobre las infraestructuras agrarias ha supuesto unas pérdidas directas de 26 millones de euros para los campos de la Comunitat Valenciana. Los conejos, sin embargo, son considerados por los agricultores «la especie más dañina para el sector agrario».

Un sector que ya de por sí ha de lidiar con una crisis de precios, de ayudas administrativas y con el envejecimiento del sector, así como con los prejuicios generalizados contra las actividades del campo. Motivos por los cuales todas las entidades valencianas relacionadas con el mundo rural (15 en total) salen hoy a las calles del cap i casal (a las 11.00 horas desde la Plaza de San Agustín), para luchar contra las críticas a un sector que «lucha contra la despoblación de las zonas rurales y la desaparición de empleos en el sector primario».

Denuncian, entre otras cosas, que en casi diez años, el número de municipios valencianos con superpoblación de conejos ha aumentado en un 237 %, según un estudio realizado por la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana. Y es que en el año 2009, fueron 70 los municipios afectados. Sin embargo, en lo que va de año, el número asciende a los 166. De estos, 75 corresponden a València (como la Vall d'Albaida), 79 a Alicante y 18 a Castelló (como Cabanes, con miles de peticiones anuales para la captura de conejos).

La declaración de zonas de superpoblación de conejo en la Comunitat Valenciana comenzó en 2009, cuando se publicó la orden del 11 de junio de 2009 de la Conselleria de Medio Ambiente, como una forma para aprobar directrices extraordinarias para el aprovechamiento, gestión y control del conejo. Esta orden, según la federación de caza, ha ayudado a «controlar esta especie» y «mitigar los daños a la agricultura».

Y es que con la experiencia adquirida en los años posteriores a la aplicación de esta normativa, se publicó el año pasado la resolución del 5 de julio. Con ella se aprueba el «protocolo de comunicación de daños y actuaciones de respuesta».

Equilibrio cinegético

Esta iniciativa implementa «vías eficaces de comunicación» entre los agricultores y los titulares de espacios cinegéticos con los cazadores. Un sector que trabaja codo con codo con la agricultura para erradicar el «crecimiento excesivo de animales silvestres» y mantener el «equilibrio cinegético». Esta iniciativa, además, ha terminado con los «avisos verbales» entre agricultor y cazador, evitando la actuación de estos últimos en casos donde, finalmente, el daño que denunciaba el agricultor no era tal. Por ello, el propio cazador se siente «protegido», explica la federación, frente a futuras denuncias, ya que la entrada de la figura del Agente Medioambiental regulariza el proceso de actuación, dejando atrás el tradicional «boca a boca».

Los resultados desde la publicación de la orden 2009 y la entrada en vigor de los métodos de control de conejos han sido palmarios. Las capturas de conejo en la Comunitat Valenciana han pasado de 611.665 en el período 2005-2006, a disminuir hasta las 419.990 en 2017. Una cifra muy próxima a las de la temporada 1999-2000 (323.843).

Según la Federación de Caza, dicha evolución del número de capturas de conejo anuales indica una «disminución de la especie». No obstante, alertan, «aún siguen existiendo municipios con graves daños».