Poder determinar de forma precoz qué mujeres tienen un alto riesgo de desarrollar a lo largo de su vida un cáncer de mama, tumor que afecta anualmente a 22.000 nuevas mujeres en España. Ese es el objetivo del sistema Brecanrisk, un procedimiento impulsado por el grupo biomédico Ascires (integrado por Cetir y las valencianas Eresa y Sistemas Genómicos), que utiliza información genética y clínica para determinar, a través de un algoritmo bioinformático, qué nivel de riesgo de desarrollar la enfermedad se tiene.

El sistema, que ya está disponible aunque se va a seguir investigando en él, se basa en la combinación de la información que se obtiene a través de tres pruebas: una muestra de sangre, una mamografía y un test sobre factores personales. Gracias a estas tres pruebas, se obtiene información genética sobre la predisposición de cada mujer a desarrollar un cáncer de mama que se combina con otros parámetros clínicos que se ha demostrado que tienen también un peso en el desarrollo de la enfermedad: antecedentes familiares, densidad mamaria, edad de la menopausia o del primer hijo. Un complejo algoritmo bioinformático combina los datos extraídos para dar un nivel de riesgo que va más allá de los test genéticos que se están haciendo hasta ahora y que se basan en la detección de mutaciones en ciertos genes directamente relacionados con el cáncer de mama como los BCRA.

«Esta clasificación de la población femenina nos ayudaría a detectar el grupo de mujeres de alto riesgo, lo que nos da una gran ventaja en su seguimiento y tratamiento personalizado», ha explicado esta mañana en la presentación de Brecanrisk, Javier Benítez, director del Programa de Genética del Cáncer Humano del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Y es que Ascires-Sistemas Genómicos ha ido de la mano tanto del CNIO como de los investigadores del Hospital Clínico de València

«Con un método como Brecanrisk, que contempla tantos factores, cualquier mujer podría saber cuál sería su riesgo de desarrollar este cáncer, lo que tendría una gran incidencia en la forma en la que se enfoca su seguimiento», según Benítez. Aunque el procedimiento ya está disponible y aplicándose de forma privada, los investigadores entienden que todavía es pronto para que este avance pudiera modificar las bases de los actuales cribados de cáncer de mama que se basan en pruebas de imagen como las mamografías a partir de los 45 años, aunque «podría marcar el camino».

Ya disponible

"En los centros Ascires, el procedimiento ya está disponible", han explicado esta mañana desde el grupo biomédico. Solo hace falta que un médico así lo indique y de forma privada se puede acceder a él por un precio que rondaría los 150 o 200 euros.

Eso sí, con los resultados iniciales -Brecanrisk va a someterse ahora a una segunda fase de validación- el sistema está indicado para aquellas mujeres en las que ya se ha detectado que existe un riesgo más alto que la media de tener este tipo de tumor por tener antecedentes familiares, alteraciones genéticas del BRCA conocidas o una densidad mamaria «muy alta».