La Conselleria de Sanidad se ha comprometido a seguir pagando los incentivos que Ribera Salud tenía pactados con parte de la plantilla en el área de salud de la Ribera y que no estaban recogidos ni en el convenio colectivo ni negociados con los sindicatos. Es el «trágala» que la administración ha tenido que asumir para evitar enfrentarse así a posibles recursos judiciales por parte de los trabajadores que ya tenían «consolidados» estos incentivos en sus nóminas aunque no se hubieran pactado «de forma oficial».
Los incentivos a parte del personal (se desconoce qué cantidad suponen anualmente ni cuántos profesionales los reciben) es una de las «sorpresas» que el proceso de reversión a la gestión pública del área de salud de la Ribera, que se hizo efectiva el pasado 1 de abril, ha dejado a los responsables de la administración. Se conocía que la concesionaria del servicio, la firma Ribera Salud -que actualmente gestiona las áreas de Torrevieja, Vinalopó y parcialmente Dénia-, había llegado a acuerdos puntuales con parte de sus trabajadores para «premiarlos» por la consecución de objetivos.
Los sindicatos desconocían, sin embargo, cuáles eran esas cantidades y cuáles eran esos objetivos a alcanzar para poder tener derecho al cobro de los sobresueldos ya que era una «herramienta de gestión» del área que nunca pasó por negociación colectiva.
Sanidad, al completar la reversión del área de salud -que atiende a 125.000 vecinos- se comprometió a subrogar a los 1.422 personas contratadas «con todas las condiciones» salariales que tenían, lo que, implícitamente les obligaba a mantener salarios pero también estos complementos. Ahora, y para poder seguir pagándolos, la conselleria ha tenido que ponerlos negro sobre blanco. Ayer lo hizo para los incentivos del personal de atención primaria pero, según advierten los sindicatos, aún quedan los pactados con el personal del hospital.
Según la tabla publicada ayer, los incentivos van de los 250 a los 858 euros mensuales para médicos de atención primaria según categoría. Además, se reconocen cantidades pactadas «que no aparecían en ningún sitio», según las quejas de los sindicatos, para el pago de guardias en sábados o festivos, la manutención a 13,89 euros al día o los gastos de kilometraje a 0,24 euros el kilómetro para el personal de la unidad de hospitalización domiciliaria.
La intención de la Conselleria de Sanidad, según han confirmado fuentes oficiales y se trasladó ayer a sindicatos, es «consolidar» estos incentivos en los próximos años pero negociar los objetivos a cumplir para su pago «ya que los de la administración son diferentes a los de la empresa». Fuentes del comité de empresa de la Ribera reconocieron ayer que esta consolidación de sobresueldos les ha pillado «por sorpresa». «Son productividades de los que no teníamos constancia oficial aunque sabíamos que existían. Entendemos que Sanidad se ha visto ante la disyuntiva de reconocerlos o enfrentarse a querellas pero nos hubiera gustado negociarlos a priori», explicaron estas fuentes. El mensaje que se trasladó ayer desde la administración es que aún quedaban «incentivos» por reconocer (en este caso los del personal hospitalario) y que, con todos los complementos sobre la mesa se negociaría su futuro.
Personal incorporado
La reunión de ayer entre responsables de sanidad y comité de empresa de la Ribera sirvió también para hablar sobre las nuevas incorporaciones prometidas de aquí a final de año. De los 300 nuevos profesionales de refuerzo que iban a entrar en el departamento, ya se habrían incorporado «cerca de un centenar». Desde Sanidad reconocieron que hay dificultades para cubrir la demanda de perfiles como médicos de Atención Primaria o pediatras «como en otras áreas de salud».
