A la tensión existente en Podemos de la Comunitat Valenciana por el polémico plebiscito del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero, que muchos cuadros consideran innecesario, se unió ayer otra decisión de la dirección nacional que también ha molestado internamente. El rechazo a ofrecer datos autonómicos sobre la consulta que permitan realizar una interpretación en clave valenciana ha encendido aún más los ánimos.

La segregación de resultados por autonomías o provincias es una reclamación del Podemos autonómico que ya se produjo en el cónclave de Vistalegre el año pasado pero que ha caído en saco roto.

Fuentes del partido señalaron ayer que el trabajo de ordenar los datos por territorios tiene un coste económico que Madrid prefiere no realizar. Sin embargo, ello complica el trabajo a la hora de estudiar los resultados en detalle. Lo ocurrido es también una muestra de la dificultad a la hora de descentralizar la marca y arraigarla mejor a los territorios. Además, la consulta que Iglesias y Montero han ganado con cuna ventaja del 68,4 % de los inscritos, deja también varias claves para el futuro.

La incomodidad de Estañ

En clave autonómica se ha observado estos días la incomodidad del secretario general, Antonio Estañ, a la hora de defender un mensaje (el del apoyo a Iglesias y Montero en la consulta) en el que no creía y que le ha obligado a lanzar un discurso políticamente correcto, pero que estaba claro que no compartía. Por eso ayer Estañ se apresuró a pedir que se pase ya página para centrarse en lo «importante», la censura a Rajoy.

Mientras, la participación, con 188.176 votos, supera el anterior récord, de 155.190 participantes. Pero también desvela que hay un tercio de inscritos en Podemos (31,6%) que se ha movilizado y que ha pedido sin tapujos la dimisión de su líder, lo que voces internas califican de cambio de ciclo.

Hasta ahora Iglesias arrasaba en las votaciones y aunque ningún rival interno ha capitalizado ese voto crítico, lo cierto es que por primera vez se puede cuantificar el número de inscritos que no vería con malos ojos la salida del líder.

Las fuentes apuntan que el resultado no ha dejado nada satisfecho a Iglesias y crear un precedente muy peligroso ya que cualquier decisión pública del partido o privada de sus líderes puede someterse a referéndum en el futuro.