La triste historia de la muerte de María Amparo Plaza, la septuagenaria cuyo cadáver fue encontrado momificado en su vivienda del Cabanyal después de más de cuatro años sin que los vecinos tuvieran noticias de ella, ha conmocionado a este barrio valenciano.

Muchos apenas logran identificar a la mujer y otros, que sí recordaban su nombre o haberla visto en alguna ocasión, explican que salía muy poco de casa y que apenas hablaba con el vecindario.

«He vivido al lado de ella durante años y nunca me he cruzado con ella, no le pongo ni cara», explica Romi, vecina de la casa situada junto al inmueble de la calle José Benlliure donde fue encontrado el pasado lunes por la tarde el cuerpo sin vida de Amparo, tal como informó ayer en exclusiva Levante-EMV. La dueña de un bar próximo sí recordaba haberla visto, pero hace ya varios años atrás, acudir a su establecimiento «con el camisón y el pelo blanco muy largo».

Una posible hermana en Mallorca

Por el momento, la Policía Nacional, que investiga las circunstancias del fallecimiento, no ha podido localizar a ningún familiar de la fallecida. Algunas fuentes consultadas por este periódico apuntaron que Amparo tenía una hermana que estaba residiendo en Mallorca, o al menos así lo manifestó ésta en alguna ocasión, aunque no se hablaban desde hacía años, de ahí que tampoco se hubiera percatado de su ausencia.

Asimismo, el vecino que se encontró el cadáver el lunes por la tarde cuando se puso a limpiar el deslunado que comunica su casa con la de la difunta asegura que daba por hecho que se había marchado a vivir a otro domicilio ya que le comentó hace años que se iba a ir a vivir con una amiga.

Por su parte, fuentes de la Concejalía de Bienestar Social de València aseguran que desde Servicios Sociales no se tenía ningún expediente abierto con esta persona, que no se había intervenido con ella en ninguna ocasión y que ella «nunca acudió a ellos», y por lo tanto no podían ayudar o conocer su situación desde el centro municipal de Servicios Sociales de la Malva-rosa al que correspondería por su empadronamiento en la calle José Benlliure.

El cuerpo sin vida de la mujer, nacida hace 78 años, fue localizado en torno a las 19.00 horas del lunes por un vecino de la casa que da a la calle posterior. El grupo de policía científica y el médico forense descartaron en una primera inspección ocular cualquier indicio violento y todo apunta a una muerte natural.

Debido al estado de momificación que presentaba el cuerpo, el resultado de la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de València tardará varios días. La data de la muerte que barajan los investigadores es de entre cuatro y cinco años antes del hallazgo del cuerpo, lo que coincide con las fechas en las que fue vista por última vez por sus vecinos y los falleros del casal situado junto a la casa.