El presunto asesino de Francisco Javier Vázquez Parra, alias el «Balumba», negó ayer ante un jurado popular haber matado a su socio y supuesto «amigo», con el que compartía negocios ilícitos, principalmente plantaciones de marihuana. César H. P. se desmarcó ayer con una nueva versión sobre lo ocurrido y atribuyó la muerte de su compañero a unos colombianos, a los que éste supuestamente habría robado cinco paquetes de cocaína. Incluso dio indicaciones físicas de estos presuntos asesinos fantasma. «'El Costa' es bajito, moreno y le falta el dedo meñique de la mano izquierda y 'el Flaco' tiene la cara llena de granos», apuntó.

Ni durante el tiempo que permaneció desaparecido su socio, cuyo cadáver fue hallado con dos impactos de bala -uno de ellos en la nuca- en una fosa séptica de una parcela propiedad del acusado dos años y medio después del crimen, ni tras su posterior detención, el presunto asesino contó esta versión que ahora trata de introducir en el juicio para defender su inocencia.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de quince años y medio de prisión por un delito de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas. El fiscal aprecia la circunstancia agravante de abuso de superioridad y aprovechamiento de las circunstancias del lugar. Por su parte, la acusación particular considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato al apreciar la circunstancia de alevosía, ya que se llevó a su víctima, aprovechando la confianza de ésta porque eran socios, a un lugar apartado y lo ejecutó de dos disparos sin darle posibilidad alguna de defenderse.

La defensa, ejercida por el letrado Andrés Zapata, pide la libre absolución de su patrocinado y recordó que la parcela rústica de l'Alcúdia donde fue encontrado el cadáver ya había sido sometida a un exhaustivo registro policial con perros adiestrados en enero de 2015, no hallando nada en dicha fosa. En ese periodo de tiempo su cliente estaba en prisión por otros hechos, por lo que no pudo mover hasta allí el cuerpo sin vida del Balumba, desaparecido el 1 de junio de 2014.

La Fiscalía considera que el crimen se produjo el mismo día de su desaparición. El propio acusado reconoció ayer que estuvo con su socio esa mañana, que lo recogió y se fueron a Algemesí a mirar un chalé donde cultivar la droga. De allí fueron a su finca de l'Alcúdia para reunirse con dos colombianos. Según su versión, éstos le recriminaron al Balumba el robo de cocaína y le pidieron a él que se marchara. Nunca volvió a interesarse por el estado de su supuesto «amigo». Sus frecuentes comunicaciones telefónicas -hasta 335 en un solo mes- finalizaron ese mismo día.

Nadie denunció la desaparición de la víctima hasta meses después, cuando Levante-EMV destapó el extraño caso de este vecino de Benetússer. Recientemente el ahora acusado ya fue condenado a diez años de cárcel por tráfico de drogas y tener un arsenal. «Me gusta disparar», apuntó ayer en el juicio.