El Consell vuelve a mirar a Cataluña. Después de un extenso periodo con las relaciones institucionales bajo mínimos por el desafío independentista, Ximo Puig

No tiene previsto ningún contacto con el nuevo Govern de Quim Torra, a pesar de que el cordón sanitario del 155 ha caído, pero sí tomará el pulso a la situación con la cúpula empresarial catalana de cara a reabrir los puentes con el ejecutivo de PdeCat y ERC.

Todo ello, en un momento especialmente complejo también en España, con una moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy en la que la actitud de los nacionalistas catalanes es clave.

De momento, el presidente de la Generalitat Con sus máximos representantes mantuvo anoche una cena y esta mañana es el protagonista de una conferencia en Foment del Treball, la principal organización empresarial.

Puig tiene previsto trasladar el discurso de la estabilidad y la confianza que ofrece la C. Valenciana para los inversores. Es el mensaje del «momento valenciano» como contrapunto a la inestabilidad política y económica que ha atravesado Cataluña durante los últimos nueve meses.

Una consecuencia de ella ha sido el traslado de las sedes de importantes empresas catalanas a la C. Valenciana. La presencia de Puig en la casa matriz de la patronal es una forma de afianzar el vínculo y de atraer posibles nuevas inversiones.

La posición con respecto a la reanudación de una comunicación fluida y estable con el Govern es, de momento, de «máxima prudencia». Como publicó Levante-EMV, mientras la línea de actuación sea la del soberanismo unilateral y la ruptura, el Consell congelará las relaciones. Si regresa una cierta calma política con el Gobierno de España, la intención de Puig es «contribuir a la normalización», apuntan en su entorno.

El jefe del Consell recuperó la relación con el Govern catalán después de años de desconexión con el PP y mantuvo línea abierta con Carles Puigdemont hasta que el conflicto independentista estalló con la consulta del 1-O.

La última visita de Puig a Barcelona fue el 2 de diciembre de 2017 como secretario general del PSPV. Acudió a la Convenció Federalista y estuvo con Miquel Iceta (PSC). Anteriormente, estuvo en Barcelona en la manifestación por la paz tras el atentado islamista de las Ramblas. Para un encuentro formal con el ejecutivo catalán hay que remontarse a septiembre de 2016, cuando toda una delegación oficial de las instituciones catalanas visitó València con Puigdemont al frente.

El deshielo de las relaciones se había producido unos meses antes, en mayo de ese año, cuando Puig fue al Palau de la Generalitat, pero al de Barcelona, y se entrevistó con su homólogo catalán después de una conferencia en el foro Barcelona Tribuna. Con posterioridad, en abril de 2017, cuando ya el conflicto sonaba con fuerza, ambos tomaron un café informal con ocasión de una estancia de Puig en la capital condal por un homenaje a Carme Chacón.