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Fin al gobierno de Rajoy

Jornada histórica que deja el PP en 'modo oposición'

Diputados valencianos relatan las sensaciones de un día de suspense - Nervios en PP y Cs, y emoción contenida en PSPV, Podemos y Compromís

Jornada histórica que deja el PP en 'modo oposición'

El futuro de Rajoy estaba ya sentenciado cuando sobre las nueve de la mañana los diputados nacionales, entre ellos los 33 valencianos con escaño en Madrid, entraban en el Congreso de los Diputados para asistir a la segunda moción de censura de la legislatura. La primera, la liderada por Podemos fue desde el principio un fracaso anunciado, pero la de ayer tenía visos de prosperar aunque el grado de incertidumbre era grande. Aventurar el sentido del voto del PNV era complicado y nadie quería pillarse los dedos: «Son bastante herméticos y es difícil saber por sus rostros que harán; sólo se les ve tomar nota», relataba la diputada por Valencia y exalcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, quien horas más tarde y con el sentido del voto del PNV ya desvelado, admitía a este diario que habían pasado «al modo oposición».

«La democracia es hermosa y la política dura», afirmaba Andrés Perelló en un tuit avanzada ya la tarde. «Uno puede entrar como presidente del Gobierno y salir como oposición y esto es lo que ha pasado hoy», añadía el dirigente en declaraciones a Levante-EMV. Perelló indicó que pese a la intuición de que obtendrían el respaldo del PNV, también los socialistas habían estado en un 'ay'. «El suspense y que no se haya sabido hasta el final da sentido al parlamentarismo», añadía. Y la alegría se desbordará hoy, con el voto.

Para el diputado de Compromís Joan Baldoví, la cosa estaba clara desde el minuto uno, sobre todo por las caras del PP: «Son todo un poema, pase lo que pase, flota en el aire un olor intenso de fin de ciclo», aventuraba a este diario a primera hora.

Fue sin duda la de ayer una jornada de nervios e incertidumbre, pero no fue hasta después del receso para la comida cuando el PNV desveló su decisión de dejar caer al PP. Hasta ese momento, las sensaciones iban por barrios.

Populares valencianos como Jose María Chiquillo, uno de los veteranos de la cámara, veía ya las cosas «complicadas», desde primera hora. Una visión compartida por Bastidas, quien con todo se agarraba a la esperanza: «No veo nada seguro. Confío en el presidente Rajoy, que ha estado solvente en su discurso y me cuesta creer que el PNV, de repente, y tras aprobar los presupuestos pueda troncar la legislatura». Se equivocó.

Pero si en las filas populares hubo primero nervios y luego decepción no menos pesada fue la digestión para Cs. Los diputados, incómodos con la situación, optaron por refugiarse en sus críticas al PSOE. El valenciano Toni Cantó echó en cara desde las redes sociales al portavoz socialista José Luis Abalos que hablara de corrupción: «No deja de tener gracia que el PSOE saque a un socialista valenciano para hablar de la corrupción del PP precisamente ahora», en alusión a los contratos con Crespo Gomar. Y su compañera de escaño, la alicantina Marta Martín tildaba de «espectáculo poco edificante la vieja política de casos de corrupción en los que lamentablemente la Comunitat Valenciana ha sido protagonista». «Tenemos un presidente enrocado y otro que quiere ser expresidente a cualquier precio», añadía ahondando junto con Cantó en el argumento de que Sánchez se 'vendería' a los independentistas.

Ángela Ballester (Podemos) tildaba el día de «emocionante», un primer paso, añadía, para un país más justo y democrático. La diputada admitía que la jornada «rara», llena de rumores y nervios y con todo el mundo pendiente del PNV. «Hoy nuestro país ha cambiado mucho, aunque todavía nos cueste creerlo», añadió.

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