? Con un currículum de prestigio y el éxito que había supuesto la investigación de regeneración celular en ratas, Almudena Ramón encontró abiertas las puertas de muchas instituciones y disfrutó del reconocimiento social en València, donde dirigía el laboratorio de regeneración neural del Instituto de Biomedicina de València, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Avalada por su trayectoria y por los premios que recibió (fue medalla de oro de la Comunidad de Madrid en 2000), Ramón ofrecía conferencias explicando su técnica y el proyecto por el que quería trasladar a los humanos sus primeras investigaciones existosas en ratas. La iniciativa tenía precio: 700.000 euros. Creó la fundación Investigación en Regeneración del Sistema Nervioso (IRSN), apoyada desde 2001 por el instituto de Biomedicina y en la carrera por recoger ese dinero llegó a participar incluso la asociación valenciana de familiares de lesionados medulares Proyecto Lázarus, cuyo responsable jamás entregó a Ramón los 300.000 ? recaudados en ese momento al desconfiar a tiempo. De hecho, Lázarus se desvinculó por completo de la investigadora.