El expresidente de la Generalitat, José Luis Olivas, también está en el punto de mira de los investigadores del «Caso Erial», la presunta trama de pago de comisiones que ha acabado con su antecesor en el Consell, Eduardo Zaplana, en prisión preventiva, junto a su presunto testaferro y su asesor fiscal, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los hechos.
Cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Fiscalía Anticorrupción y el Juzgado de Instrucción 8 ya seguían los pasos a Zaplana como presunto recaudador de mordidas y a tres miembros de la familia Cotino (Vicente, José y Juan) como paganinis de estas supuestas comisiones, Olivas se sentaba en el banquillo de los acusados junto a Vicente Cotino por unos hechos muy similares a los que se investigan en la «Operación Erial».
Del 18 de octubre al 16 de noviembre de 2016 José Luis Olivas, su mujer (que acabó absuelta) y Vicente Cotino Escrivá fueron juzgados en el Juzgado de lo Penal 6 por falsedad documental y delito contra la Hacienda Pública. El expresidente de la Generalitat (2002 a 2003) y de los dos principales bancos valencianos que pasaron ya a mejor vida y el empresario fetiche de la Generalitat durante los «reinados» de Zaplana y Camps estaban acusados de simular un asesoramiento y falsificar la documentación que lo acreditaba para evadir impuestos, según les acusaba la Fiscalía Provincial de València.
Precisamente fue la decisión del empresario y sobrino del expresidente de las Corts, Juan Cotino, de deducirse como gasto el pago de 580.000 euros a Olivas, para ahorrarse 150.000 euros en el impuesto de sociedades de 2008 lo que motivó una inspección de la Agencia Tributaria y que los dos acabaran juzgados y condenados.
Esta comisión de 580.000 euros la abonó presuntamente Vicente Cotino a José Luis Olivas por «mediar» en la venta de las acciones de la empresa Proyectos Eólicos Valencianos SA participada por Endesa (55%), Sedesa Inversiones (20%) y Bancaja (20%).
Los detalles de este juicio y todas las circunstancias que rodearon la extraña relación comercial entre Olivas y Cotino eran seguidos al detalle por los investigadores del Caso Erial. Aunque la discrección obligatoria ante esta causa que ha permanecido casi tres años secreta hizo que tomaran nota de los detalles sin levantar más polvareda.
Olivas y Cotino acabaron condenados el 12 de enero de 2017 a un año y seis meses de cárcel cada uno, además del pago de multas y devolución a la Agencia Tributaria de los 150.000 euros defraudados en el pago de la comisión. Una condena que ratificó la Audiencia de València.
Aunque puedan parecer cantidades ínfimas, la condena de año y medio de cárcel supone una primera piedra en el complicado camino judicial que espera a ambos.
Olivas debe enfrentarse a varios juicios en la Audiencia Nacional por su ruinosa gestión al frente de Bancaja y Bankia. Su nombre también es recurrente en el «Caso Valmor»que investiga las irregularidades en la organización de la F1 y compra de la empresa Valmor (creada por Olivas, Aspar y Fernando Roig).
Vicente Cotino también ha admitido junto a ocho empresarios más haber financiado ilegalmente al PP durante las campañas electorales de 2007 y 2008, en el juicio por la pieza de la trama Gürtel por delito electoral que ha sentado en el banquillo de los acusados a los exdirigentes populares Ricardo Costa (que también ha admitido los hechos), Vicente Rambla y David Serra.
Desde finales de mayo también ha sido imputado en el Caso Erial por el presunto pago de comisiones a Eduardo Zaplana en las adjudicaciones de los contratos de concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) en 1997 y varias zonas del Plan Eólico en 2002, a través de la empresa Planes eólicos valencianos SA.
La mercantil en la que la Agencia Tributaria pilló in fraganti a Olivas y Cotino abonándose una comisión de 580.000 euros, por la que ambos fueron condenados.
