La Comunitat Valenciana registra la primavera más anómala desde el año 1984 desde el punto de vista meteorológico, con una gran inestabilidad que se ha traducido en nevadas durante las primeras semanas de la estación e intensas tormentas, más recientemente.

Así lo ha concluido el responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) y presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), el catedrático Jorge Olcina, en declaraciones a los periodistas para explicar que esta situación se debe a un calentamiento súbito del casquete polar registrado el pasado febrero.

Este calentamiento se produjo por la presencia de una lengua de aire caliente sobre el Polo Norte que hizo derivar aire frío al sur, un fenómeno singular que ha propiciado las precipitaciones durante dos o tres meses, periodo necesario hasta que la atmósfera vuelve a la normalidad, lo cual prevé que pueda producirse alrededor del 15 de junio.

Ha proseguido que, habitualmente, los meses de mayo registran olas de aire cálidas procedentes del Sahara, algo que este año no ha ocurrido y tampoco va a pasar antes de que transcurra la actual "inestabilidad", en los próximos diez días.

Para el miércoles y jueves, se prevén "pequeñas gotas frías" a través de tormentas que podrán llegar a los 100 litros por metro cuadrado en algún punto del territorio valenciano, según Olcina.