La Confederación de AMPA Gonzalo Anaya remitió ayer un escrito a la Conselleria de Educació en el que solicita información sobre los procedimientos que debe realizar un centro si quiere aplicar una modificación horaria.

El motivo es la sensación de «desprotección» de las familias ante los cambios de horario «a la carta» solicitados por los centros, según la organización.

El documento trata de trasladar la inquietud de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) sobre cómo se solicitan, aprueban y adjudican esos cambios en todas las opciones posibles, especialmente en las modificaciones de horario consideradas no significativas de la jornada escolar.

«Tenemos que acatar estos horarios, en muchos casos horarios a la carta, por ejemplo cuando se adelanta la hora de salida del centro a las 16.00 o 16.30 h., en las jornadas partidas, cuyo horario abarca desde las 9.00 a las 17.00 h. En estos casos, aunque la propuesta pasa por el Consejo Escolar del centro, nos sentimos desprotegidas porque en este órgano las familias no ejercen una función decisoria», manifestaron fuentes de la entidad.

Otra de las dudas que plantean las AMPA en el escrito está relacionada con el procedimiento de solicitud y de aprobación de las diferentes propuestas de cambio de horario, como por ejemplo, el de 9 a 12.30 h. y de 14.00 a 15.30 h., ya que consideran que necesitan saber qué normativa se aplica en estos casos.

Además, desde la confederación señalaron que la mayoría de los cambios horarios que se solicitan y que suponen una modificación no significativa de la jornada escolar en centros de las grandes ciudades «parece que obedecen más a las peticiones y preferencias del profesorado que a las necesidades del propio alumnado».

«Defendemos cambios de horario en los casos en los que las circunstancias obliguen a ello, como en zonas rurales en las que hay que tener en cuenta variables como los desplazamientos o las temperaturas en zonas del interior», comentaron.

"Pero cuando los cambios -han proseguido- se solicitan para centros de grandes ciudades, no parecen obedecer a necesidades del alumnado, ya que no aparece ninguna argumentación al respecto, el cambio no está tan justificado y además hay que tener en cuenta que esos cambios afectan directamente a la conciliación familiar".

Por otra parte, creen que es un "agravio comparativo" que los alumnos no puedan permanecer en el centro hasta las 17 horas en los casos en los que se adelanta la hora de finalización de las clases en la jornada partida, mientras que las condiciones de la jornada escolar continuada sí que establecen esta opción.