El jueves de la semana pasada estaba tomando un avión en Barajas para ir a una reunión de los socialistas europeos cuando sonó el teléfono. Era Pedro Sánchez. «No sé si haces bien en irte». Salía la sentencia de Gürtel e iba a ser durísima. Empezaban nueve días de vértigo, hasta la aprobación de la moción de censura que el pasado viernes botaba a Mariano Rajoy de la Moncloa y hacía presidente del Gobierno al líder del PSOE. «Estábamos en otra línea y en otro momento de relación con el gobierno, pero con una sentencia así hacía falta una reacción sin titubeos». Por la propia militancia, dice José Luis Ábalos (València, 1959). «Se trataba de no defraudar, sin valorar que pudiera tener mayores consecuencias».
La semana empezó con el comité federal y ese mismo lunes por la noche ya hubo contactos con otras formaciones. Le tocó esa parte oscura, previa a los debates en la tribuna. Se le enciende la voz al hablar de Ciudadanos, a los que reprocha que utilizaran mediáticamente el encuentro. «Su estrategia era que Rajoy se desangrara», afirma. «Los demás no me pidieron nada. Todos querían echar a Rajoy. Por eso vi que podía haber mayoría. El PNV quería estabilidad, pero la otra opción, la del PP, era más inestable». Por las sentencias a la vuelta de la esquina y nuevas mociones. Era miércoles. «Ahí ya pensé que podían decantarse». Ábalos se acuesta normalmente tarde. Es su momento de estar tranquilo, después de horas con mucha gente alrededor. Pero estos tres últimos días se ha superado. No más de cinco horas de sueño por día, pero a pierna suelta, precisa, sin problemas de insomnio. Atiende a Levante-EMV desde su piso madrileño en el barrio de La Latina. Sánchez acaba de prometer el cargo de presidente en el Palacio de la Zarzuela. Han quedado dentro de un rato. «Hay que avanzar mucho». Quinientos wasaps por leer, dice abrumado. Todo el mundo es sanchista ahora. Él lo fue siempre. De los pocos cargos que aguanto en los malos momentos.
P ¿Y ahora qué? ¿Ministro o vicepresidente?
R Voy a seguir siendo secretario de Organización del PSOE. Estoy muy satisfecho de la acción que hemos llevado, porque hemos conseguido que se apruebe una moción de censura, la primera de la democracia, y que un ciudadano español que no es diputado llegue a ser presidente del Gobierno. Dos hitos históricos en los que ha ganado la democracia, no el PSOE. Yo, a lo único que aspiro es a seguir gozando de la confianza del secretario general.
P ¿Cuál va a ser la primera medida del nuevo Gobierno? ¿Algo simbólico?
R No sabría decir primera medida, ha sido todo muy rápido, de vértigo. [mientras habla se está viendo en la televisión, en una grabación].
P Un gobierno inviable, les han dicho.
R La derecha de este país es apocalíptica. Si no gobiernan ellos, España va mal. Esa es la vieja España, excluyente. Su gran problema es no romper con ese discurso tan reaccionario, tan nutrido por los valores de la dictadura.
P Un gobierno antisistema, como el de Italia, les han dicho también.
R[Ríe] Estamos hablando del PSOE, que ha gobernado en esta democracia el mayor tiempo, el partido que más institucionalidad ha dado a este país, el artífice del Estado de derecho, social y democrático. ¡Por favor!
P ¿Un gobierno solo del PSOE?
R Un gobierno de inspiración socialista, en principio.
P¿Podría entrar alguien de Compromís en el segundo escalón?
R Nosotros aspirábamos a la censura nada más, pero constitucionalmente el mecanismo incorpora la alternativa. Ahora nos toca procurar cierta estabilidad a este gobierno y ampliar la base de apoyo parlamentario. En ese sentido vamos a incrementar mucho el diálogo y creo que hay que procurar también espacios de significación, de sentirse parte de la gestión del Gobierno. Yo sería partidario de que el bloque que ha apoyado esta moción pueda tener alguna participación.
P ¿Incluso Podemos?
R Creo que sería bueno que en algún nivel de corresponsabilidad que no sé todavía determinar estuvieran también asumiendo alguna participación, que se sintieran partícipes del nuevo proyecto.
P ¿Un gobierno para cuánto tiempo? ¿Piensan en agotar la legislatura?
R No, en principio. Pero hay que atender a los grupos políticos que han permitido que saliera adelante la moción y lo que nos están pidiendo es estabilidad. Ciudadanos era el único que pedía elecciones. Parece que lo pedía media humanidad, pero lo pedían solo 32 diputados de 350 y que acabaron apoyando al gobierno y la opción de no elecciones. Por tanto, vamos a tener que considerar las solicitudes que nos plantean estos grupos.
P¿La financiación autonómica se puede mejorar?
R Hay que acometerla, sin duda.
P Lo digo porque Pedro Sánchez dejó dos mensajes en el debate. A Foro Asturias le dijo que no había mimbres para reformar el sistema y a Compromís le dijo que tendría la empatía del gobierno para superar la infrafinanciación de la C. Valenciana.
R No podemos eludir esa cuestión porque hemos urgido a solucionarla. No sé hasta qué grado de realización podremos llegar en función de los tiempos y del apoyo parlamentario que tenemos, pero que hay que iniciarlo y ponerse en marcha. Sin duda, es el compromiso.
P Algún gobierno, como el valenciano, ya ha dicho que hay mecanismos para flexibilizar el presupuesto de 2018. ¿Se puede hacer algo en las inversiones?
R Podemos ver algunas cuestiones, pero con limitaciones. El presupuesto siempre está sometido a modificaciones dentro de los márgenes que te permite la ley.
P¿Qué pasará si los independentistas catalanes insisten en su vía de ruptura unilateral de España? ¿Aplicarán el 155 de nuevo?
R Nuestra posición es clara. Vamos a defender la Constitución en todos sus extremos y lo saben. Mire, los grupos parlamentarios que abominan del 155 no comparten nuestra actitud en este proceso, pero no nos la reprochan tampoco. Reprochan más bien actitudes que no permitan el diálogo. Creo que el movimiento independentista ha aprendido de este proceso y todos tenemos que entender que nos enfrentamos a un problema político en el que la política ha de estar muy presente. No nos vamos a apurar ni a precipitar ningún paso, pero sí aspiramos a retornar a la normalidad institucional y legal. Y todo ello a partir de generar bases que permitan el entendimiento. No va a ser una tarea inmediata, pero son conscientes de un proceso que ya están denominando desescalamiento.
P¿Hasta ahora qué han pedido? ¿Solo calor?
R Actitudes, que cesen los gestos de hostilidad y se baje el tono de tal modo que se permita el diálogo político.
P¿Qué se va a llevar el nacionalismo vasco de su apoyo a Pedro Sánchez?
REstabilidad, que es lo que piden, y la gestión de unos presupuestos ya aprobados. Nada más. Es un partido muy antiguo al que le preocupa el ámbito europeo y nada más, porque lo que tenía que sacar ya se lo dio el PP.
