Las comunicaciones por tierra, aire y mar resultan impresicindibles para la C. Valenciana y por ello, la mejora de las infraestructuras está dentro de las prioridades del Consell y así lo trasladarán al nuevo gobierno. En concreto, despacharán con el valenciano José Luís Ábalos la aceleración del Corredor Mediterraneo, que vertebrará todo el territorio.

Hasta ahora, se han ejecutado 14.000 millones de los 23.000 asignados y, según anunció Rajoy hace dos semanas, estaría listo en 2023. En los presupuestos de 2018 estaban asignados 331 millones para el ancho internacional en el tramo València-Vandellós, pero según la Agenda Valenciana de Infraestructuras, en la provincia de Alicante está pendiente de actuar en los tramos de Murcia-Alicante y La Encina-València.

En Castellón, el Consell solicita la puesta en servicio del tramo València-Castelló con cuatro vías e implantar el tramo Castelló-Tarragona.

Otra infraestructura nacional que Ábalos tendrá que tener en consideración será la modernización de la línea entre Sagunt-Teruel-Zaragoza del Eje Mediterráneo-Cantábrico para hacer competititvo el transporte de mercancías. Para ello, Fomento prometió 335 millones, pero no están presupuestados.

Otra de las asignaturas pendientes en materia de infraestructuras es el Plan de Cercanías. Resulta imprescindible y así lo han visibilizado 115 alcaldes que reclamaron 133 millones para mejorar la red, aunque en los presupuestos de este año, el Ejecutivo de Rajoy solo destinó 53 que serán invertidos, en su mayoría, en la duplicación de la vía entre Cullera y Gandia, en la primera fase del Tren de la Costa.

Precisamente, en el Tren de la Costa, que acumula siete años de retraso, una de las prioridades es unir Gandia con Denia. En Alicante, y según marca la Agenda Valenciana de Infraestructuras que redactó el ejecutivo de Puig para entregársela al exministro De la Serna, es necesario replantear la solución dada por el ministerio que no resuelve "los problemas de conectividad de los municipios de la costa para dar servicios de cercanías".

La Entidad Metropolitana de Transporte está pendiente de ser financiada. No fue contemplada en los presupuestos de 2018, que siempre conceden ayudas a capitales españolas en materia de transporte. El Consell y el Ayuntamiento de València cargaron contra el Gobierno por no cumplir su promesa. El Gobierno exigió la creación de una entidad que integrara a todos los operadores de transporte público para poder transferir una subvención. La Generalitat cumplió con la creación de la Autoridad Metropolitana de Transporte y pidió 38 millones de euros, pero no se presupuestó nada.

La autopista del Mediterráneo, gratuita

La liberalización de la AP-7 en 2019 también se ha convertido en un asunto transversal a las tres provincias. El PSPV ya anunció su intención de sumarse a las reivindicaciones ciudadanas para reclamar que la AP-7 fuera gratuita y pública en su tramo de Alicante a Tarragona a partir del 31 de diciembre de 2019, cuando vencerá la concesión y volverá a ser gestionada por el Estado. Las últimas informaciones apuntaban a que si bien el Gobierno no tiene intención de renovar la concesión, sí que podrían mantenerse pagos parciales en según qué tramos.

En concreto, el Consell pide que la AP-7 en Alicante sea gratuita, al menos, en la Marina Alta, donde los pueblos están "asfixiados" por una carretera nacional obsoleta y una autopista de pago. El Consell considera que, además, se trata de una zona altamente turística.

Para este fin, el Consell propuso la creación de una comisión entre el Ministerio de Fomento y la Generalitat Valenciana.

Infraestructuras para mejorar el transporte aéreo y marítimo

Las conexiones de carreteras y ferroviarias a los principales aeropuertos y puertos también tiene sus exigencias. De un lado, la conexión por tren entre Alacant y el aeropuerto de L´Altet resulta prioritaria, y la carretera N-220 que une València con Manises está pendiente de ampliación además de una línea de ferrocarriles. El de Castelló está a la espera de construir una autovía.

En cuanto a las conexiones portuarias, en València reclaman un acceso al puerto desde el Bypass de la A7 y desde la V-21, esta última, con la petición hecha para ser ampliada. Esta obra se enmarcaría dentro del acceso norte del puerto por vía terrestre. La autoridad portuaria quiere un corredor bajo erl mar que no afecte al término municipal de València para evitar el colapso de vehículos en la V-21. Dará servicio a camiones y trenes de mercancías. El proyecto podría tener un coste de entre 450 y 600 millones y es la clave para la ampliación de los muelles portuarios.

Reclamaciones concretas de Alicante y Castelló

En Alicante,resulta indispensable para el Consell que la línea ferroviaria C-3 se prolongue hasta Elda y Villena y de servicio a 195.000 personas así como modernizar la línea férrea entre Alcoi y Xàtiva. Para lo último el Consell pide la creación de una comisión de seguimiento del convenio firmado en 2009.

En carreteras, la ampliación del tercer carril de la autovía Elche-Murcia y licitar 13 de las 15 obras que se presupuestaron en los presupuestos de 2016, pero ninguna ha comenzado. Entre ellas, la reforma de la N-332, la Ronda Sud de Elx, o el tercer carril de la A7 entre Orihuela y Benferri.

En Castellón se pide la extensión de la línea ferroviaria C6 a Vinaròs y Benicassim y en Vila-Real la construcción de un paso subterráneo y un aparcamiento en la estación.