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Entrevista

Fernando Móner: "El consumidor de hoy está formado e informado, es más exigente y crítico"

"Cada éxito de Avacu es un éxito para cinco millones de consumidores", explica

Fernando Móner: "El consumidor de hoy está formado e informado, es más exigente y crítico"

¿Con qué se queda de estos primeros 40 años de Avacu?

Nacimos antes que la Constitución española, la primera norma que habló de los consumidores, en su artículo 151, y de la necesidad de apoyar a la sociedad de consumidores. Pero luego ha habido procedimientos multitudinarios que hemos llevado y ganado en defensa de los valencianos. El de la hepatitis C, el plan de vivienda con el conseller Cartagena, que ganamos después de 12 años de lucha. Recuerdo aquella portada de Levante-EMV cuando fuimos al Constitucional. También recuerdo los cambios de sede, el de nombre o cuando Avacu cogió la presidencia nacional de la confederación española de consumidores por unanimidad del resto de comunidades. Somos los primeros y únicos con un puesto en el consejo mundial del consumo internacional. Los valencianos somos un ejemplo nacional y me siento muy orgulloso de todo ese trabajo. Recuerdo que el primer informe en el mundo sobre el consumo de videojuegos los hizo Avacu, en un laboratorio con chavales en el que analizábamos los contenidos. El gobierno argentino nos pidió aquel informe.

¿Han sido cuatro décadas de evolución positiva?

Muy positiva. Ha sido constante. Todos los años hemos subido un escalón, porque tampoco queríamos subir cuatro de repente. Lo que nos diferencia de otras entidades es que personalizamos mucho la atención. En estos años en los que ha habido muchos casos financieros ha habido entidades que han hecho llamamientos para llenar salas. Ese modelo nos gusta. Preferimos hablar con cada ciudadano, estudiar su caso como único, y eso nos ha hecho crecer más lento pero mejor. Personalizamos mucho la atención. Los ciudadanos no son números ni expedientes. El año pasado incrementamos consultas y reclamaciones y tuvimos más de 20.000. Fue un esfuerzo titánico de toda la organización.

¿Cuántos socios tiene Avacu?

En la última renovación del libro de socios había cerca de 20.000. Quizá una de las asignaturas pendientes es que el ciudadano fortalezca el movimiento de los consumidores. Cada éxito de Avacu es el de cinco millones de consumidores, porque cada éxito modifica contratos, cláusulas abusivas, estándares de calidad... Cada reclamación repercute en el afectado, pero también beneficia a los millones de consumidores que usan esos productos y servicios. Llevo 31 años intentando que los consumidores y políticos entiendan eso. Apoyar a la asociación de consumidores es ayudar a la sociedad valenciana.

¿Cómo es el consumidor valenciano de 2018?

Cuando yo entré, en 1987, veía que el consumidor entraba en un negocio a esperar a ver por dónde le daban la colleja. Sabía que se la iban a dar. Ahora el consumidor quiere que le expliquen las condiciones, está formado e informado, es más exigente y bastante más crítico, aunque al consumidor le queda mucho por crecer. Nos falta esa conciencia para muchas cosas. De ahí la formación de niños y jóvenes, una de nuestras prioridades. Entre 4.000 y 5.000 niños pasan por nuestras aulas de formación cada año porque a esa edad, entre los 5 y los 16 años, es cuando puedes formar un consumidor crítico, racional, responsable y cuyos hábitos serán frito de esa responsabilidad. En cambio, a partir de los 30 años es muy difícil cambiar los hábitos.

¿Cuáles son los retos de Avacu?

Además de la formación, están las pantallas., los videojuegos, los smartphones... No es un tema negativo, pero la sociedad debe saber utilizar estas herramientas. No soy de prohibir cosa, sino de enseñar a utilizarlas. Por ejemplo, enseñar lo que es verdad y qué son fake news. Saber cuando una información tiene base o no la tiene y cómo detectarlo. Me preocupa mucho ese tema y también la alimentación, porque la alimentación es igual a la salud. Buena alimentación es buena salud y mala alimentación es mala salud. A pesar de todo, estamos en la época de mayor seguridad en los alimentos, pero hemos de estar preparados para el fenómeno de la globalización y todos sus riesgos.

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