El Partido Popular de la Comunitat Valenciana tuvo una «caja b» durante el mandato del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, custodiada por el exvicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos. Una delicada tarea en la que fue sustituido por el también exvicepresidente, Vicente Rambla, cuando Campos anunció en abril de 2007, de forma repentina, que abandonaba la política definitivamente, decisión que materializó en mayo de 2007. Un cometido que ambos políticos populares ejecutaban por «encargo» de «Francisco Camps y Juan Cotino».
El esquema de los responsables de la contabilidad en «b» del PPCV durante la pasada década ha sido facilitado a la Fiscalía Anticorrupción de València por Ricardo Costa, el exsecretario de organización de los populares de 2007 a 2009. Costa, que fue absuelto junto a Camps por un jurado en la causa de los trajes, también admitió estos mismos hechos el pasado 24 de enero en la Audiencia Nacional, durante el juicio por la financiación irregular del PP en las elecciones de 2007 y 2008, cuya sentencia se conocerá en los próximos días.
Aunque a los Fiscales Anticorrupción ha aportado detalles que revelan su condición de testigo director de la presunta financiación irregular del PPCV. «A principios de 2006 Víctor Campos le comentó por primera vez que mientras ellos [en referencia al PP] estén en el gobierno no le faltaría dinero al partido», según la declaración de Ricardo Costa a la que ha tenido acceso Levante-EMV.
Y para demostrarlo, Costa declara que Campos le mostró «dónde estaba el dinero para los gastos del partido, al no encontrarse en aquel momento muy bien por motivos de salud».
El exsecretario general del PPCV relata que Campos «abrió un armario o un cajón» en su despacho de la vicepresidencia del Consell, justo en frente del Palau de la Generalitat, que contenían «una serie de sobres que contenían algo, pero que no se abrieron». Campos «no se encontraba cómodo en esta situación», pero le explicó que este «cometido se lo habían encargado Francisco Camps y Juan Cotino», según las revelaciones de Costa ante los Fiscales Anticorrupción. Campos custodiaba los sobres pero quienes se encargaban de llenarlos eran «los empresarios» con sus aportaciones. Según la colaboración de cada empresa, «Campos señalaba quienes eran los adjudicatarios de los contratos». Aunque también podía producirse primero la adjudicación y después la reclamación del peaje en b o impuesto revolucionario.
De la declaración de Ricardo Costa se desprenden don vías principales de financiación. La empresa pública para construir colegios Ciegsa -creada como «fábrica de mordidas desde el minuto cero», como declaró Marcos Benavent. Y la Conselleria de Infraestructuras. «Víctor Campos también estaba muy encima del conseller [José Ramón] García Antón, porque estaba a su cargo el departamento de Infraestructuras», uno de los que más licitaciones convocaba, sobre todo en aquellos años de expansión urbanística y económica.
Esta declaración ante los Fiscales Anticorrupción se ha incorporado a la investigación del Juzgado de Instrucción 17 que investiga el presunto amaño de contratos y pago de comisiones en la construcción del circuito de Fórmula 1. Porque Costa aporta detalles sobre las aportaciones realizadas por dos empresas a cambio de obtener contratos para la Fórmula 1.
«A finales de 2007, principios de 2008 el consejero delegado de FCC, José Mayor Oreja [hermano del exministro Jaime Mayor Oreja y apartado de la empresa en 2013 tras aparecer en los «papeles de Bárcenas»] le hizo entrega de 150.000 euros en su despacho». Mayor Oreja le aseguró que «venía a València por la Fórmula 1» y que le entregaba los 150.000 euros «en un fajo de billetes de 500 euros, para ayudar al partido en la campaña de las elecciones generales de 2008».
Durante el verano de 2007, Vicente Rambla le pidió la elaboración de «facturas falsas» a la empresa Hormigones Martínez (cuyos propietarios han admitido haber financiado ilegalmente al PP en la Audiencia Nacional) aunque «no se mencionó» si fue a cambio del contrato de 5 millones que logró en la F1.
