«Se busca empleada seria, con disponibilidad de coche, para trabajos domésticos». Con este anuncio colgado en un portal de internet, y otros similares, un presunto agresor sexual captaba a sus posibles víctimas, con quienes concertaba una entrevista de trabajo en una casa a las afueras de Bétera. Una vez allí, cerraba con llave la puerta, para que no pudieran escapar, y las obligaba a mantener sexo con él. La Guardia Civil arrestó el pasado lunes a este falso entrevistador acusado de los delitos de agresión sexual, detención ilegal y lesiones después de localizar los investigadores a al menos tres víctimas que aseguran haber sufrido abusos sexuales en estas citas a las que acudían buscando trabajo. Una de ellas incluso fue brutalmente golpeada por el sospechoso para doblegar su voluntad.

El arrestado, de 38 años y nacionalidad española, fue puesto ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número siete de Llíria. Tras declarar por uno solo de los hechos delictivos, en el que encerró y agredió presuntamente a una mujer de unos 40 años para obligarla a que le hiciera una felación, el juez acordó su libertad con cargos, según indicaron fuentes jurídicas. Asimismo dictó una orden de alejamiento que le prohibe acercarse y comunicarse con su víctima. Los otros dos casos están judicializados en el partido donde denunciaron las agredidas, apuntaron estas mismas fuentes.

Los primeros abusos sexuales se remontan a agosto de 2016 cuando una joven de unos 25 años contactó con el ahora detenido tras ver una oferta de trabajo en un portal de anuncios de internet en el que buscaba una empleada para labores domésticas. En este mismo anuncio el sospechoso la instaba a contactar con él mediante la aplicación de WhatsApp. El modus operandi de éste era siempre el mismo. Al igual que en los otros dos casos resueltos por la Guardia Civil, este vecino de Bétera acordaba una entrevista de trabajo en una vivienda apartada del municipio, para que sus víctimas no pudieran pedir ayuda, y con fines presuntamente sexuales, la retenía contra su voluntad obligándolas a tener sexo si querían que las dejara marchar. Alguna de las víctimas ha relatado que durante la supuesta entrevista esta persona la instaba a hacerle un masaje sexual, le realizaba tocamientos e incluso la obligaba a masturbarle bajo amenazas de muerte.

El último de estos hechos, esclarecidos por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Llíria, se produjo a mediados de abril. En esta ocasión la víctima sufrió lesiones físicas tras ser presuntamente golpeada y arrastrada por los pelos por el arrestado. Se sospecha que podría haber más víctimas que no han denunciado por vergüenza.