Las abejas de la provincia de Castelló se encuentran acorraladas a causa del cambio climático, que ha provocado una merma de la población de hasta un 50 %, y el consiguiente aumento de los robos en la zona, con más de 1.500 colmenas sustraídas a lo largo del año pasado; y 400 apicultores afectados.

Así lo explican el presidente de la Asociación de Apicultores de Castellón, Néstor Pascual, y el jefe del Equipo Roca de la Guardia Civil de la comandancia de Castelló, Antonio Negreiro, que coinciden en advertir del grado de organización que tienen este tipo de ladrones, que conocen bien el sector y saben cómo actuar. La abeja es un insecto vital para la supervivencia del ser humano ya que el 75 % de los alimentos que consumimos depende de la polinización, aunque el 37 % de las poblaciones de abejas en Europa está en riesgo, según el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad de Greenpeace.