El inesperado cambio de Gobierno puede ser decisivo para que la AP-7 desde Alicante hasta Tarragona pase a ser una vía gratuita en apenas año y medio.

El PSPV, del que forma parte el nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, mantiene su apuesta por eliminar el peaje una vez que finalice la concesión, prevista para el 31 de diciembre de 2019. Además, no se contempla por el momento más opción que la de eliminar el pago por el uso de la autopista y hacer en ella las obras necesarias para que dé un mejor servicio al tráfico de corto y medio recorrido, como la construcción de más enlaces para evitar el paso por el interior de poblaciones.

El diputado socialista en el Congreso Herick Campos ha afirmado que «el planteamiento es el mismo» en cuanto a la AP-7. El pasado mes de febrero, los parlamentarios por las tres provincias de la Comunitat preguntaron al anterior Gobierno qué pensaba hacer con la autopista tras la fin de la concesión y le instaron a que fuera de gestión pública y gratuita. Entre ellos estaba el que ahora es ministro de Fomento.

Campos asegura, en este sentido, que «nada ha cambiado», puesto que «el PSOE aprobó que las autopistas pasaran a ser gratuitas conforme fueran caducando las concesiones», en una reunión con los portavoces de Fomento del partido de todas las comunidades autónomas.

Según Campos, «una prueba de eso se verá este mismo año», ya que el próximo 30 de noviembre termina la concesión de la AP-1, entre Burgos y las proximidades de Vitoria. Esta autopista presenta algunos paralelismos con lo que ocurre en la AP-7 en la Comunitat Valenciana, ya que la carretera alternativa, en este caso la N-I, sufre un denso tráfico de camiones y además los peajes son caros y hay pocos enlaces.

Esto se traduce en un uso escaso de la autopista y, lo que es mucho peor, congestión y una importante siniestralidad en la carretera alternativa. Una situación análoga a la que se vive en la N-332 entre Alicante y València y en la N-340 en el norte de la provincia de Castelló.

Por lo tanto, lo que ocurra con la AP-1 el próximo diciembre será decisivo para saber cuál será el futuro de la AP-7. Lo cierto es que el programa del PSOE para las elecciones de junio de 2016 contemplaba no prorrogar las concesiones de autopistas que fueran caducando. Y, en el caso de la AP-7, la iniciativa planteada este mismo año en el Congreso por los diputados de Alicante, València y Castelló no es la única en la que los socialistas han exigido de manera explícita que la autopista que recorre el litoral de la Comunitat sea gratuita a partir del 1 de enero de 2020.

En marzo, el PSPV, junto con Podemos y Ciudadanos, apoyó en las Corts una propuesta de Compromís en este mismo sentido. Incluso, tras el cambio de Gobierno, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reclamado la gratuidad de la AP-7.

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Herick Campos reitera que «el nuevo Ministerio de Fomento será sensible» hacia este tema, y que «habrá voluntad de estudiar una solución». El diputado también cree que se dan condiciones más favorables para que el Gobierno «se siente con la Generalitat».

Además, destaca que debe darse «una respuesta coordinada con los ayuntamientos» para construir nuevos enlaces en la autopista que satisfagan sus demandas. En este sentido, señala que desde la administración autonómica se viene trabajando ya en proyectos para evitar travesías como las de Altea y Oliva, y que se espera poder materializar cuando la autopista revierta al Estado.