La tripulación del barco "Aquarius" asiste a los 106 inmigrantes que quedaron en él tras el traslado de otros 523 a naves italianas y se prepara para una travesía hacia València en la que se espera lluvia y olas de hasta cuatro metros, explicó a Efe un cooperante a bordo.

El "Aquarius" de SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras, que inició su viaje hacia el puerto de Valencia ayer a las 21.00 hora local (20.00 GMT) navega con una velocidad de 25 nudos y se encuentra al sur de las costas de Sicilia.

El cooperante de SOS Méditerranée Alessandro Porro que se encuentra a bordo del "Aquarius" explicó a Efe que después de varios días de hacinamiento, ya que el barco había superado su capacidad, ahora se pueden dedicar a asistir con mayor atención a los inmigrantes que han quedado.

"Las condiciones de nuestros huéspedes son buenas, al reducir el número podemos cuidarles mejor y hemos podido empezar a distribuir zapatos, un cambio de ropa e incluso han podido ducharse", relató Porro.

El "Aquarius" lleva ahora a 51 mujeres, 45 hombres y 10 niños, mientras que el resto lo hacen repartidos en la buque Orione de la Marina italiana y en la patrullera Dattilo de los Guardia Costera.

Todos ellos fueron rescatados el pasado sábado y llegarán según las previsiones el próximo sábado al puerto de València.

Ahora, explicó el cooperante italiano, se están concentrando en las condiciones meteorológicas "que no son buenas".

"Durante la noche ha llovido, se ha levantado viento, navegamos a 25 nudos, se espera más lluvia, se está agitando el mar y durante la travesía esperamos olas de hasta cuatro metros", agregó.

Por ello, además de la asistencia a los inmigrantes se están realizando "los procedimientos de seguridad" del barco ante estas perspectivas.

El barco humanitario se dirige a València tras el ofrecimiento del Gobierno español y después del rechazo de las autoridades italianas y maltesas de hacerse cargo de él.