La sección quinta de la Audiencia de València respaldó ayer a la magistrada del Juzgado de Instrucción 8 y a la Fiscalía Anticorrupción y decidió mantener al expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana en la cárcel.

El tribunal valenciano se pronuncia apenas diecinueve días después de que el exministro de Trabajo de José María Aznar ingresara en prisión, acusado de diez delitos: cohecho, prevaricación, malversación, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, fraude en la contratación, delito fiscal, falsedad documental y de formar una asociación ilícita y un grupo criminal organizado para delinquir. Junto a Zaplana siguen en la cárcel su presunto testaferro, Joaquín Barceló (a quien también se ha denegado la libertad), y su asesor fiscal Francisco Grau.

El abogado de Zaplana, Santiago Milans del Bosch, alega los motivos de salud (por la leucemia que se le diagnosticó en 2015 y por la que sigue en tratamiento) para solicitar al tribunal (en una vista a puerta cerrada que se celebró ayer) que acuerde un arresto domiciliario para el exministro. Una medida a la que se oponía la Fiscalía Anticorrupción orque «supondría un trato de favor» respecto a otros reos. Un argumento asumido por la Audiencia que ratifica la prisión provisional para Zaplana.