El debate sobre los privilegios de los expresidentes de la Generalitat por segunda vez esta legislatura.

Podemos intenta de nuevo recortar las prerrogativas pese a que fracasó en la primera ocasión. De momento, las posiciones alejadas. Podemos dejaría a los expresidentes sin sueldo y el PSPV se siente incómodo, por lo que si pudiera no introduciría cambio alguno.

El PP no tiene una posición clara más allá del ataque a la propuesta de Podemos y Ciudadanos apoya recortar privilegios, pero no quiere llegar tan lejos como Podemos.

En este situación, la posición de Compromís se antoja clave para acercar posturas. Una de las propuestas que plantea la diputada Mireia Mollà es que los expresidentes puedan mantener un sueldo durante los tres años siguientes a abandonar el cargo, los mismos en los que pesa sobre ellos la incompatibilidad para trabajar en empresas que hayan contratado con la Administración, lo que prácticamente les invalida para la vida laboral.

Mollà asegura que la única razón por la que en la actualidad se envía a los expresidentes al Consell Jurídic Consultiu (CJC) es porque en este organismo tienen un sueldo asegurado. Por eso defiende, como Podemos, que se incorporen al CES, aunque el PSPV prefiere que sigan ligados al Jurídic como ocurre ahora.

La portavoz de Podemos, Fabiola Meco, aboga también por la transparencia en las actividades de los expresidentes, que tienen ofician y secretaria. Pero el PSPV cree que estos cambios se hacen contra Francisco Camps (el único expresidente en el CJC) y advierte de que legislar contra personas concretas siempre es un desastre y recuerda que el derecho no puede ser ni venganza ni castigo.