La tasa del riesgo de pobreza en la Comunitat Valenciana afecta a un 24,4 % de la población frente a la media española del 22,3 %, según los datos de la «Memoria institucional 2017» que ayer presentó Cáritas Diocesana de València.

La secretaria general de la institución, Fani Raga Quiles, explicó que los perfiles que más atienden son los de «parejas jóvenes y las mujeres solas con hijos», y destacó que a lo largo de 2017 el número de beneficiarios de ayudas de Cáritas fue de 53.175 personas, un 11 % menos que en 2016, una reducción que asocia a la «cronificación de la situación de pobreza que afecta a las personas atendidas».

Según detalló Raga, los datos mejoran porque la Comunitat «pierde personas inmigrantes que se marchan porque aquí carecen de oportunidades» y porque también es «una de las autonomías que más población pierde», al tiempo que indicó que se está lejos de las 41.000 personas beneficiarias que se registraron en 2008.

Por otra parte, señaló que de los más de 53.000 beneficiarios, «el 35 por ciento son menores» y se concentran en el área metropolitana de València y la zona de La Marina y Tavernes.

«Actualmente lo precario se está normalizando», señaló el director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande Ballesteros, quien añadió que «9 de cada 10 contratos en la Comunitat Valenciana son de jornada parcial y el 30 % no llega al salario interprofesional», por lo que «tener un trabajo no implica salir de la pobreza».

Fani Raga explicó que el perfil de las personas beneficiarias que más demandan el apoyo de Cáritas son personas jóvenes y mujeres solas con hijos y migrantes en situación de irregularidad administrativa. Las personas de origen español representan un 52 %, mientras que las mujeres suponen un 72 %.

«Necesitamos generar empleo digno que contemple salarios dignos», defendió Raga, quien destacó que es necesaria una reforma del modelo socioeconómico que ponga a las personas en el centro.

Por su parte, el obispo auxiliar de València, Arturo Pablo Ros Murgadas, expresó que «vivimos en una sociedad muy avanzada en la que continúa la desigualdad».

Raga apuntó que, gracias al trabajo de Cáritas, 244 personas se alojaron en las 43 viviendas habilitadas para personas migrantes y refugiadas y familias en situación de vulnerabilidad y un total de 1.900 personas lograron la inserción laboral.

Asimismo remarcó que se han invertido 4.746.509 euros en diversas iniciativas como sus programas de atención social y que el 83 % de los recursos provienen de fondos propios. En Cáritas trabajan 6.122 personas, de las que 6.016 son voluntarias.